La joven y muy acuciosa congresista del Moir o del hoy partido de Jorge Robledo y Sergio Fajardo, ‘Dignidad y Compromiso’ continua su cruzada contra el gobierno Petro responsabilizando políticamente al primer mandatario por sus denuncias sobre violencia de género contra miembros de su gobierno. Además, desde sus redes casi que a diario lo increpa por estas como si fuera el presunto victimario; o por las formas como Petro desde su cuenta de Twitter reacciona a las noticias que afectan al gobierno; o peor aún los derechos fundamentales de su hija menor de edad. Sin embargo y lo más curioso es que cuando las denuncias por violencia de genero no tienen réditos políticos para atacar a Petro, entonces guarda silencio. O cuando se publican fallos judiciales adversos a su ‘lucha feminista’ se hace la desentendida!
Pedraza mantiene como Twitter fijo hace dos meses en su cuenta su máximo botín, dirá ella: Un trino con el que lanzó su cruzada para tumbar al entonces nombrado embajador de Colombia ante los Emiratos Arabes Unidos, Víctor DeCurrea Lugo, un profesor de la Javeriana que sin tener denuncias penales en su contra y fallos condenatorios , fue denunciado en un Podcast de la periodista María Ximena Duzán, de forma anónima, por varias universitarias algunas, alumnas suyas. Como se puede leer Pedraza habla de ‘presuntos acosadores’ conoce la ley muy bien y sabe que existe la posibilidad de que los acusados no sean culpables por esas denuncias, sin embargo lo importante era tumbarlo y cobrarle políticamente al gobierno de Petro ese nombramiento, cualquier nombramiento.
El 9 de marzo pasado Pedraza le pidió al presidente Petro la renuncia del Director General de la Policía, general Henry Sanabría, por lo que al parecer a ella resultó ser una violencia contra las mujeres en su día. Sí bien las palabras del General pudieron sonar machistas para las feministas, para otras mujeres no activistas de esa causa no lo fueron y el Sanabria terminó recibiendo el respaldo de las mujeres de su familia y de su institución.
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Hoy se volvió a pronunciar por las denuncias del periodista Daniel Coronel que motivaron la renuncia de un alto funcionario del Ministerio de Trabajo cartera que lidera la feminista Gloria Inés Ramírez, y la emprendió contra el presidente Petro, como si este tuviera porqué saber sobre todas y cada una de las conductas diarias de más de un millón de funcionarios que tiene su gobierno, sin contar los contratistas.
Lo curioso y que deja muy en claro, es que el feminismo que practica Jennifer Pedraza, es selectivo, oportunista, con tintes políticos y revictimizador. Jamás se pronunció en público sobre las denuncias que ella misma recibió de un grupo de mujeres activistas del Moir y compañeras de lucha suya en la Universidad Nacional, que fueron acosadas por dos veteranos militantes del Moir y amigos suyos también, uno de estos el panelista de Blu Radio y columnista de la Revista Semana, Aurelio Suárez, muy cercano al exsenador Jorge Robledo, mentor de Pedraza.
Hace apenas 48 horas atrás, un nuevo caso de violencias y acosos sexuales fue ventilado en el Congreso por el Senador del partido Alianza Verde, Jota P. Hernández, quien aseguró con pruebas en la mano y testimonios de tres víctimas que un productor del canal Institucional del Congreso, Jhon Jairo Duque, era señalado de acosar, drogar y abusar de estas, hecho que ya fue denunciado ante la Fiscalía; y aún Pedraza no se pronuncia en sus redes sociales sobre estos graves hechos, que no afectan para nada la imagen del gobierno de Gustavo Petro.
LA PERSECUCIÓN CONTRA MORRIS
Pese a los recientes fallos absolutorios proferidos por la Fiscalia general de la Nación en favor de Hollman Morris, este pequeño grupo de feministas insisten en relacionar de mala fe, con mentiras y oprobiosamente en sus redes sociales a Morris con cualquier caso que tenga que ver con violencias de género. La primer en hacerlo es la ex candidata a la Vicepresidencia y ex fórmula de Petro, Angela María Robledo.
El caso se produjo la última semana cuando una excandidata al Senado por la lista del partido Fuerza Ciudadana, que vive en el sur de Bogotá, denunció amenazas contra ella desde su cuenta y señaló a un asesor de la Concejala de Colombia Humana Ana Teresa Bernal, de conocerlo. En esos hechos que tiene que ver Morris? Porqué aprovechó un caso de violencia de género una mujer como Robledo para continuar la persecución y campaña de desprestigio contra Morris?
Otra que aprovechó el mismo caso para retrirar esa denuncia que termina malintencionadamente y con dolo afectando a Morris fue Pedraza, quien seguramente leyó la noticia judicial sobre las decisiones de la Fiscalía a favor del excandidato a la Alcaldía de Bogotá, divulgada por algunos portales independientes, pero a quien no le conviene pronunciarse sobre la inocencia de Morris.
Los grandes canales privados de televisión y las emisoras donde hace cuatro años atrás fue denunciado el ex concejal de la Colombia Humana, por presuntas violencias, aún no divulgan la noticia para decir que Morris fue declarado inocente.
También a través de su cuenta de Twitter la enfiló contra Morris Juana Afanador, quien hizo parte de la UAN, Unidad de Apoyo Normativo, de Morris en el Concejo de Bogotá, y a quien no le renovaron su contrato por no ir a trabajar, denuncia realizada por una compañera de trabajo de la misma Afanador en el Concejo.
Afanador incluso llegó a sugerir que al personaje que las tiene amenazas lo tenían »negaito». Lo que no dijo es que a cualquier campaña política llegan cientos de voluntarios y que Morris hizo campaña al Concejo, a la Alcaldía de Bogotá, cuando aparecen las denuncias de acoso hoy desestimadas por la Fiscalia General, y al Senado y que por lo general no queda tiempo para sentarse a socializar ni a conocer a ninguno de los voluntarios, quienes van única y exclusivamente a repartir la propaganda política.
Lamentablemente la muy valiente y valiosa lucha contra las violencias de género en Colombia, por lideresas sociales, congresistas y activistas de género, contra los feminicidios y otras formas de violencia, se está viendo empañada por las actuaciones politiqueras irresponsables de un pequeño grupo de mujeres con claro intereses políticos y en busca de puestos burocráticos en el gobierno de Petro.
