Sin duda es la semana más larga del año, al menos para quienes estamos atentos a todo lo que sucede entorno a las elecciones del próximo domingo 19 de junio. Mientras espero con pesimismo y paciencia, aunque con mayor premura a la solución del ansiado debate presidencial trataré un par de puntos del tema propuesto y más explotado por los medios tradicionales en las últimas dos semanas; las bodegas.
Todo empezó con los llamados “Petrovideos”. Según los medios tradicionales sería un escándalo y un golpe a la opinión pública, aunque el tema terminó en nada porque no se evidencia delito alguno, solo una típica campaña, sucia sí, al igual que todas y aunque se debería por pura decencia rechazar esta campaña, no se hace, la política es un juego sucio y nos quedaríamos sin candidato alguno. Nadie se libra de esas artimañas.
En los videos se evidencia la estrategia de la campaña para disminuir la favorabilidad de los candidatos Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia y partidos tradicionales), Sergio Fajardo y Alejandro Gaviria (Coalición Centro Esperanza). Al final se demostró que no era necesario, a Gutiérrez lo hundieron los partidos tradicionales en vez de impulsarlo y en la coalición Centro Esperanza se despedazaron entre ellos, también con campañas sucias.
La respuesta del establecimiento a los Petrovideos y sobre todo a la recuperación en las encuestas por parte de Gustavo Petro ha sido fuerte y han apuntado al lado más íntimo del candidato del Pacto Histórico, su familia. El lunes los dos medios en el título empezaron la persecución a Sofia Petro, replicaron una frase que dijo en su entrevista con El País de España, “pasó en Colombia el año pasado con el estallido social y lo que a mi parecer podría volver a pasar con una posible presidencia de Rodolfo”, los medios sacaron esta frase de contexto e insinuaron que era una amenaza lo que hizo que fuera tendencia en redes sociales el lunes y el martes, ese martes se siguió hablando del tema y las editoriales de los ominosos medios giraron sobre ella, recibió amenazas e insultos por miles, cuando solo dio su visión basada en lo observado por el candidato Rodolfo Hernández, parece de otra época pero en el país no se puede opinar. Resalto la brillantez de Sofía, una mujer que ha crecido en medio de amenazas y campañas políticas, los medios esperaban atacar al flanco más débil y Sofía no lo es, y es claro que asusta a los medios tradicionales porque rompe paradigmas con su pensamiento. Ojalá toda Colombia se diera la oportunidad de escucharla no como la hija de Petro, sino como Sofía.
El siguiente blanco fue Verónica Alcocer, esposa de Gustavo Petro. A ella las bodegas la atacaron diferente, filtraron un video donde Verónica dice “les va bien porque todas entran de reporteras y todas terminan en lo mismo, casándose con los dueños. Para eso entran ahí», esto fue rechazado por todos los medios y con justa razón, una posible primera dama no debe señalar así a las periodistas o a cualquier mujer. El caso es que como era de esperarse el tema se mantiene y a Verónica le llueven tanto insultos como amenazas, el tema será replicado y se le dará un viraje que no corresponde. Repito, es la semana mas larga del año y los ataques a Gustavo Petro y su familia continuarán.
PRIMER APUNTE: Insisto en que todas las campañas políticas son sucias, incluso la del fundamentalista moral, adalid de la dignidad, y del partido Dignidad, Jorge Enrique Robledo. Hace un par de días Alejandro Gaviria en conversación con En Minutos Podcast reveló que identificó ataques por parte de la campaña de Jorge Enrique Robledo, un gran político que hizo historia como senador, pero venido a menos, perdido en un debate estéril sobre donde nace alguien. Esperar que retome su buen hacer en la política.
SEGUNDO APUNTE: Alguien que siempre ha sido consecuente es el exministro Alejandro Gaviria, y hay que agradecer que siga con esa coherencia con su apoyo a las propuestas del Pacto Histórico, agradecer que no se ha aprovechado para ser una víctima de los Petrovideos. Infortunadamente no fue el candidato de la Coalición Centro Esperanza, nos perdimos un aporte grandísimo en el debate nacional. Sí Colombia fuera un país inteligente nos debatiríamos entre Alejandro Gaviria y Gustavo Petro, los dos garantizarían cambios en la sociedad, con diferencias, pero apuntado a un porvenir y bienestar para todo el país. Incluso el país podría tener un candidato autoritario, pero estructurado al menos, con conocimiento y visión del país, el nombre para mí es claro, Germán Vargas Lleras, pero se metió el candidato sin estructura, programa ni ideas.
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