¿Quién le pone el cascabel al gato?...

¿Quién le pone el cascabel al gato?…

Hernán Riaño
Columnistas
agosto 26, 2022

…o, ¿los grilletes a los corruptos?

En el año 2.021, siendo presidente Iván Duque, intentó promover en el Congreso una rara ley de “secreto de estado” que le impedía conocer al nuevo gobierno, en ese momento no se sabía cual iba a ser, conocer lo realizado por Duque y amigos, mediante el proyecto de ley 392 de 2.021, conocido como el “proyecto de regulación de empalme entre gobiernos”, al cual le dio mensaje de urgencia (1).

Los medios de comunicación y el gobierno, querían blindar a Duque de cualquier investigación por el manejo que le había dado al estado, el cómo se habían gastado los recursos y en qué y a quien había beneficiado, además de poder ocultar los crímenes ocurridos durante su administración. Ese era la intención de fondo. Ese proyecto no pasó, pero los intentos de Duque por ocultar lo que hizo no cesaron y trató de ponerle palos a la rueda al empalme presidencial (2).

Ya se habían conocido hechos de corrupción en el gobierno Duque como el de los 70 mil millones de Centros Poblados con Min TIC, el de los 500 mil millones de la plata destinada para el proceso de paz y otras perlas. Pero no se ha cumplido ni un mes de la posesión del nuevo presidente y se siguen conociendo cosas muy graves de lo ocurrido con el gobierno anterior. Para poner algunos ejemplos: El de las casas de entre 390 y 640 millones en la reconstrucción de Providencia (3), casas con un precio abiertamente desproporcionado, pésima calidad, desconociendo a los rízales de la isla y solo beneficiando a los contratistas, este hallazgo fue revelado en una visita a la isla del nuevo presidente y la denuncia fue “avalada” por la procuraduría (4), a pesar de los intentos de minimizarla por funcionarios de Duque (5) y los medios de comunicación tradicionales. Petro solicitó investigar lo sucedido (6).

También se conoció la des financiación en que dejó el gobierno anterior al ICBF de mas de 460 millones de pesos que deja sin ejecutar los programas para la infancia y adolescencia del país (7). El representante Juan Pablo Salazar denunció que también fue desfinanciado el ministerio de agricultura, al que le redujeron los ingresos en casi un 50%. ¿En qué se gastaron la plata? Pero si pudo comprar 263 mil litros del herbicida conocido como Glifosato días después del triunfo de Petro, por 12,500 millones de pesos, sabiendo que el nuevo gobierno no las iba a utilizar (8)

El ministro de hacienda José Fernando Ocampo denunció en Cartagena, en el marco de la 56ª Convención Bancaria, que el gobierno de Iván Duque dejó por fuera de las cuentas 30 billones de pesos del fondo de los precios de los combustibles, ¡30 billones! Y advirtió que el déficit fiscal no es del 5,6% como lo habían dicho sino del 8% (9). Pregunto nuevamente, ¿En qué se gastaron la plata?

Y solo estamos empezando a conocer lo que realmente fue lo que pasó e hicieron Iván Duque y amigos, ¿qué mas conoceremos? Y ello sin contar con la venta de las reservas de oro, el gasto sin control y sin beneficio para el pueblo en pandemia (aún no se sabe la totalidad de lo “gastado”, las cifras varían entre 20 billones y cifras muchísimo mas altas), les dieron la plata a los bancos y a los grandes empresarios, compraron carros blindados, tanquetas para el ESMAD, pertrecho para este mismo cuerpo represivo, viajes, publicidad y muchos otros lujos (9).

¿Para esto querían perpetuar la guerra, para esto utilizaron la pandemia, para desfalcar y como decimos popularmente, no solo “raspara la olla” sino también venderla? Dejaron al país en una situación económica desastrosa jamás conocida, que afectará la vida de los colombianos y la gobernabilidad de Petro.

Ya empezaron los áulicos y esbirros de la prensa colombiana a culpar a Petro y ocultar la responsabilidad del nefasto Iván Duque, amigos y promotor. Las personas que persistan en su defensa o es que son estúpidos, corruptos o cómplices, pero ya no se puede hablar de que estaban engañadas, son unos pobres ingenuos o cosas por el estilo. En un país diferente, estos escándalos darían para juicios, expresiones de protesta e inconformidad, que la sociedad toda se manifestara para exigir justicia y el retorno de los dineros malgastados, desaparecidos, despilfarrados y robados a las arcas del estado.

¿Será que en Colombia veremos ante los tribunales, condenados a las máximas penas y sin beneficios, si a ello hay lugar, a todos los involucrados en el mayor desfalco de la historia del país? Muchos de esos hechos podrían calificarse como delitos de lesa humanidad, por atentar contra los mas pobres, la infancia, la vejez, la adolescencia, las mujeres, los afros, los indígenas y en general contra todos los colombianos. El pueblo colombiano debe exigir justicia ante tanta ofensa de un gobierno, su partido y su mentor que no han tenido ni un mínimo de consideración con sus ciudadanos.

¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Quién se atreverá a emprender las investigaciones correspondientes y llevarlas a feliz término? Ese es el reto de los próximos meses.

Las opiniones realizadas por los columnistas del portal www.laotravoz.co no representan la identidad y línea editorial del medio. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

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