Ni siquiera se ponen colorados (as)

“Ponerse colorado” es una expresión usada para decirle a las personas que deben tener pena, que uno se debe avergonzar por lo mal hecho, en especial por la apropiación de lo ajeno.

Con los últimos acontecimientos descubiertos por periodistas de varios medios, se supo que varios asesores de la presidencia en unión con sus esposas tramitaron contratos para favorecer el erario. El primero fue el asesor de la figura más influyente de la presidencia de la república María Paula Correa, Andrés Mayorquín que logró, usando sus conexiones, que varios mandatarios y funcionarios le dieran contratos de asesoría a su esposa, Karen Váquiro, por 1.200 millones de pesos, aunque algunos se negaron como el caso de William Dau, alcalde de Cartagena (1). El segundo, el asesor jurídico de la presidencia, Germán Quintero y Claudia Marcela Montealegre, consiguieron 9 contratos por 653 millones de pesos (2). Hay polémica por la idoneidad de una de las contratistas. (3). Hollman Morris denunció que, también, en la alcaldía de Bogotá, la señora Váquiro tuvo un contrato por 56 millones y medio de pesos (4). En las últimas horas se conoció en redes sociales, que el hijo de la procuradora Margarita Cabello Blanco, de nombre Alberto Caparroso Cabello tiene contratos por 16 mil millones de pesos, en tres años, según publicación del portal Las2Orillas el pasado 2 de enero de 2.022 (5).

Recordemos otros ocurridos recientemente: El exministro Carrasquilla, sin ninguna justificación, abusando de su poder, endeudó al país, a niveles nunca antes vistos (6), y dijo que solo quedaba “caja” para dos meses (7). ¿Qué hicieron con el dinero del endeudamiento? ¿Quién se quedó con esa plata que pagaremos todos los colombianos? El ejército compró unas medias que los soldados no pueden usar por no cumplir las normas sanitarias (8) y unos visores que solo sirven para alpinismo (9). El fiscal usa los bienes públicos para su uso personal o de su familia (10) y compra almuerzos a más de $100.000 pesos en medio de una anunciada austeridad (11). Pero el caso más sonado es el de MINTIC, cuando era titular Karen Abudinen, adjudicaron un contrato por más de un billón de pesos para instalarle internet a los pobres del país, giraron un anticipo de 70 mil millones a la Unión Temporal Centros Poblados, ese anticipo está refundido (12), y algunos de esos fondos terminaron en una iglesia cristiana (13). Tampoco se escapa de ese manejo el presidente Iván Duque, compró unas camionetas, por $9.600 millones aproximadamente (14), adquirió un helicóptero (15) y 7 aviones para él y sus colaboradores (16). Los aviones del Estado los usa para trasladar a su familia y amigos (17) (18). Estos son algunos ejemplos que involucran al alto gobierno, no hacemos referencia a ministerios, gobernaciones, municipios, entidades descentralizadas, alcaldías y demás entes gubernamentales. Tampoco hay que olvidar Agro Ingreso Seguro, Foncolpuertos, Reficar, Odebretch y muchísimos más.

Estos ejemplos son solo algunos del alto gobierno, no hacemos referencia a ninguno de los ministerios, gobernaciones, municipios, entidades descentralizadas, alcaldías y demás entidades gubernamentales, porque no alcanzaría el espacio. Y, ¿los entes de control? Bien gracias.

Lo más preocupante de la actitud de todos ellos, es que nadie reconoce sus “errores”, por no dar otros calificativos, nadie presenta disculpas, nadie dice “yo voy a pagar por mis equivocaciones”, ninguno se “mete la mano al dril” para cubrir lo mal gastado, todo lo contrario, se ponen como “gallos finos” a contraatacar, gritan, se ponen “dignos”, contratan “famosos abogados” de esos más costosos y casi todos amigos de Uribe, para que los defiendan y los saque del entuerto. Algunos le piden perdón al presidente y a su jefe inmediato (¿?). El hecho que una persona de alto nivel contrate a alguien, no quiere decir que ese directivo sea dueño de los recursos públicos con los que paga los honorarios, reiteramos, el dueño de los dineros es el pueblo colombiano.

Atacan con demandas por calumnia, aliados con medios que los defienden, desacreditan a los que los han denunciado. Parece que al país le importa un “rábano”. No hemos querido decir que son culpables de esto o aquello, porque no nos corresponde y no es el motivo de la columna. Solo quiero resaltar esas actitudes maniobreras, dilatorias, desafiantes y camorreras de todos ellos cuando la opinión pública conoce esos hechos. La función fundamental de un servidor público es la defensa y el cuidado del erario, porque no es dinero de ellos, es del estado, y en vez de cumplirla, no sólo no lo cuidan, sino que en muchos casos son esos servidores quienes se lo apropian, además se ponen bravos y se “delican” porque los cuestionan, ni siquiera se ponen colorados (as).

Es de anotar que casi todas las notas corresponden a medios afines al gobierno, muy pocas a los llamados alternativos.

Las opiniones realizadas por los columnistas del portal www.laotravoz.co no representan la identidad y línea editorial del medio. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

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