Se calienta el debate electoral y es que en menos de dos semanas se elegirá a quienes conformen el Congreso de la República, además de los candidatos a la presidencia por sus respectivas consultas. En estos cruentos meses en el país el “debate” de algunos aspirantes a senador, concejal o candidato presidencial, se ha centrado en una supuesta defensa de la democracia y la libertad, pero que, haciendo un breve análisis se demuestra que en realidad es una ofensa a las mismas.
El que primero notó la ambivalencia de la libertad fue en el delfín, Miguel Uribe Turbay, candidato al senado por el partido de gobierno, quien se presenta con una máscara de defensa de la libertad y la democracia, pero en realidad solo quiere reducirlas a su mínima expresión. Esta semana se habló en los medios tradicionales de la valla que reza – Ojo con el congreso, el momento de salvar a Colombia de los enemigos de la libertad es ya- donde se ve a integrantes del Pacto Histórico. Este es un mensaje ya de por sí antidemocrático, y es que en él no se concibe la idea de que otros sean elegidos, no es consciente de que una democracia se construye entre diferentes, con participación de diferentes sectores sociales y de opinión, una democracia debe ser de todos y para todos, pero no: él es la imagen calcada de su abuelo, expresidente que odiaba, no permitía y reprimía cualquier ápice de oposición, echen una ojeada al Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala.
El futuro congresista, no cabe duda de que será elegido, no presenta un debate real y su única aspiración es que sectores alternativos no tengan representación política y es ahí donde se merma la democracia y queda en evidencia el doble rasero de su opinión y la libertad que dice promover: que su opinión sea válida, y lo debe ser, pero no la de los otros; que gocemos de libertad, sí, pero no para los otros.
Es un error pensar que así se construirá equidad y democracia, gestionando un linchamiento a las ideas en lugar de superarlas por vías democráticas, y es que así las ideas de los otros nos parezcan peligrosas por nada deben ser boicoteadas, por nada debe surgir un ímpetu fascista en el que las ideas deban ser eliminadas en lugar de ser superadas.
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