Esta celebración del mes del orgullo LGBTIQ concluyó como siempre en calles llenas de colores y diversidad, en Bogotá fueron dos marchas en las que cientos de personas llenaron las calles capitalinas.
Cómo es constumbre la Mesa Distrital LGBTIQ en compañía de algunos colectivos y claramente de instituciones del Distrito, convocaron a lxs marchantes el 04 de julio a una marcha de celebración y memoria por las víctimas LGBTIQ asesinadxs. Del Parque Nacional a la Plaza de Bolivar las personas asistentes a esta apuesta institucional marcharon en compañía de grandes carrozas llenas de música y color.
Dicha marcha ha sido fuertemente cuestionada, pues incluso dentro de la misma comunidad LGBTIQ han habido actos violentos y de discriminación, pero principalmente cuestionamientos que han hecho colectivos diversos sobre las formas en que esta administración ha tomado discursos de inclusión e igualdad para hacer de esta celebración un acto politiquero, instrumentalizado y mercantilizado.
La administración de Claudia López siendo ella una mujer lesbiana ha prometido a las ciudadanías LGBTI una ciudad incluyente y respetuosa de los derechos humanos, pero lo que hemos podido ver es una alcaldesa desconectada de las realidades de la ciudad, con el uso desmedida de la fuerza pública en las movilizaciones sociales que se llevan a cabo desde el 28 de abril.
También es muy cuestionada la alcaldesa por el informe entregado a la CIDH en el que no se priorizan los ddhh, la falta de empatía con lxs manifestantes, la silla vacía que dejó en la cita con las primeras líneas para crear un diálogo, la foto de ella con el fondo de la bandera LGBTIQ en el día del orgullo en el que no se pronuncia por los asesinatos a personas de esta comunidad, sino que celebra en medio del caos que vive Bogotá y finalmente unas instituciones que siguen reclutando modelos hegemónicos en esta marcha de orgullo.
Es por esto que desde marzo diferentes líderes y lideresas de colectivos LGBTIQ decidieron organizar la CONTRAMARCHA con la cual no sólo buscaban celebrar la visibilidad y el orgullo, sino también poner en el espacio público la importancia de dejar de lado la mercantilización que se le ha dado a esta conmemoración de parte de muchos sectores económicos y políticos en el país, además, fue esta la oportunidad de decirle a la ciudad que la apuesta debe ser incluyente, debe ser de memoria y no puede ser manoseada por las administraciones de turno.
La CONTRAMARCHA salió de la plazoleta Misak antes llamada Rosario y culminó en los Héroes, en el mismo horario de la Marcha Distrital, las dos marchas se encontraron en la 7 con 26 en donde se tomó la decisión de que la marcha Distrital tomara otro camino para llegar a la Plaza de Bolívar donde culminó.
Las calles de Bogotá se vistieron de los colores del arcoíris, de banderas y alegrías, pero sobre todo fue esta la oportunidad para reivindicar el respeto, para hacer memoria por todas las personas LGBTIQ asesinadas y decir basta de violencia, basta de discriminación y de odio.