Sin duda somos uno de los países con realismo mágico, el país de la corta memoria, donde hace 4 años el país se dividía en dos pensamientos: “no ser mantenidos por el estado o no queremos ser como Venezuela y yo trabajo y produzco”; El tiempo se encargó de dar una lección de doble moral aquellos que en el 2021 exigieron subsidios y donde el 2022 somos el país con la moneda más devaluada del mundo.
Mientras el presidente está en Europa y con energía positiva anuncia: “En el año 2021 la economía colombiana creció por encima del 10,2 %, y esto quiere decir que hemos alcanzado el mayor crecimiento económico en nuestra historia republicana”, pero la mayoría de ciudadanos colombianos saben que esto se debe a que es una comparación con un año donde hubo una pandemia en el mundo, donde las empresas despidieron sus empleados.
Un 2021 que todos los colombianos nos cambiaron la vida, empresas cerraron sus puertas y la economía no creció antes tuvimos un retroceso, por eso cuando las empresas nuevas por obvia razón se necesitará nuevos empleados, las empresas crecen y contratan nuevo personal esto a mayor escala hace que aumente la economía, su producción de PIB y otros factores.
El DANE ratifica el crecimiento, pero es a comparación del 2021, por tal razón el presidente mientras hace un discurso en el parlamento europeo en donde exige la velocidad de pagos para la protección de migrantes venezolanos en territorios colombianos, donde sabemos que la población venezolana no acude a los entes de control y seguridad que piensan los países europeos del trato en Colombia.
Mientras el presidente sigue en Bélgica, algunos diputados registraron una protesta en contra de este gobierno que ha sido nefasto en los acuerdos de paz, en la seguridad de los líderes sociales, en abrir aún más las brechas sociales de los ricos con los pobres y donde ha sabido dejar un país en crisis financiera y social.
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