Cuando el pequeño tira un puntapié a los testículos de un gigante, casi siempre solo acierta a golpearlo en una espinilla.
¡Lo único que nos faltaba! Que ya las cosas no son ‘ganado’ sino ‘robado’, y entonces nos sale el señor Lafaurie con el cuentico –no tan chino, más bien para-colombiano– de revivir las Convivir so pretexto de defender la propiedad privada –y también la propiedad robada– de los posibles infractores o invasores. Teme Lafaurie que aquellos que fueron despojados de sus tierras por ganaderos, palmicultores, etc., etc., etc…, traten de recuperar sus tierras ahora, en caso de hacerse una reforma agraria.
Según Lafaurie, hay un riesgo espantoso de que las víctimas recobren lo que les quitaron. Ahí sí, señor Lafaurie, no nos crea tan pendejos. Al perro no se la hacen dos veces. Ya el señor Uribe nos dejó hasta la coronilla de sus tales Convivir, y ustedes se valieron de esas gentes para desplazar a honrados campesinos. ¡Estense quietos y dejen gobernar!
Sabemos, señor Lafaurie, que usted tiene hartos problemas con la esposa que se ganó para que nos venga a meter en enredos a nosotros también. Trate de bajarle los ánimos a ella mientras nosotros nos reinos de sus propuestas anti-paz.
–Cambiando de tema– Habrá que pedirle a nuestro fiscal ‘estrella’ –al mejor investigador de la galaxia, después de la Pantera Rosa– que se traslade de inmediato en el avión de la Fiscalía hacia la Argentina, con el fin de que le colabore a los organismos de seguridad de ese país para que, con el dictamen suyo, que el mundo lo recibiría con aplausos, se le diga a las democracias –fuertes, como la que tuvo Iván Duque– si lo de Cristina Fernández de Kirchner fue efectivamente un atentado, o se trató de una payasada de algún demente.
Estamos seguros de que con la habilidad de nuestro fiscal Barbosa cualquier crimen, aún no resuelto en el mundo, podría aclararse si a este ‘fiscal Rosa’ –por lo de la Pantera–, le dan la oportunidad de probar que es el mejor del mundo. Tranquila, Cristina, que para allá va nuestro súper agente investigador a esclarecer quién fue la persona que osó hacer el oso con una pistola de juguete.
El colmo de la astucia –propia del Chapulín Colorado– es la del señor Álvaro Hernán Prada, el niño consentido de Álvaro Uribe Vélez; quien para no correr la misma suerte de su mentor, renunció a su cómoda curul en el Congreso y salió a ser un civil sin prerrogativas, a fin de que la Corte Suprema de Justicia perdiera competencia para su juzgamiento. La Corte, como el castor, siguió royendo el tronco que yacía sobre la pradera, pero el vivaracho del Prada –que no tiene nada que ver con el Prada de Petro– resolvió que si se hacía elegir en esa cueva de Rolando que es el Consejo Nacional Electoral, podría hacerle el quite a la Corte e irse a descansar –no en brazos de Morfeo, como el que bello duerme– sino en brazos del mejor fiscal de la galaxia, quien seguramente emitirá tres ronquidos y le dirá a Prada: “Tranquilo, hermano. Usted ha llegado al paraíso de la impunidad”. Prada abrazará con afecto a su redentor y, encogiendo el dedo anular y el índice, les mostrará el del corazón a todos los colombianos que creyeron que aquí se haría algo y que lo mandarían a temperar a Cómbita o a La Picota. Ese muchacho Prada es tan listo como su maestro.
Creemos que el país seguirá haciendo burbujas, como quien se ahoga ante la impunidad, al ver que a estos vivarachos nunca les pasará nada, porque la ley está hecha, no para sancionar al delincuente, sino para darle premisos de verdad a ellos, y de consolidación a los ciudadanos.
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Nos hemos preguntado, cuando vemos películas cómicas, ¿Y dónde está el piloto? o ¿Dónde está el capitán del barco?, y acá en Bogotá nos preguntamos… ¡¿Dónde está el alcalde?!
Lo que tenemos es una dama que, sin ser dama china, sí sabe echar cuentos chinos. Que dice que ella es la que manda en Bogotá; sin embargo, como a la lana boyacense, le abrieron un huequito para convertirla en ruana, y a la alcaldesa de esta ciudad se la pusieron de ruana la delincuencia y la inseguridad. Esta capital está a la cabeza en inseguridad y en violencia y la alcaldesa, cada vez que puede, se inventa cualquier cosa para salir del paso en bicicleta.
Todo indica que a doña Claudia, para evitar que a usted le roben el carro o la moto, pretende ahora ‘invitar’ a no utilizar ninguno de estos vehículos. La señora López sufre de coche-fobia; enfermedad que les da a los niños que por su ineptitud no aprendieron a montar en triciclo, y por eso, de grandes, les tienen pánico a los automóviles y los prohíben. Pregúntele a Peñalosa y a López; ellos prefieren el TransMilleno, que es su negocio.
Dice esta sintantica que para que la ciudad descanse de la contaminación, el día 22 de septiembre no podrán transitar ni carros ni motos a la calle, y nosotros proponemos: para que Bogotá descanse de la alcaldesa, debería ella encerrarse y renunciar del todo. Así nos dejaría descansar a los bogotanos de sus improvisaciones e ineptitudes.
Los autores de esta columna ya tenemos listo un asado en El Infierno, a donde será preferible ir en cambio de quedarse en Bogotá para ese caótico día. ¿Será que para ese día ya se habrá inaugurado el metro que ella y Peñalosa llevan prometiendo hace 30 años?
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Nos da la impresión de que a los europeos les está saliendo el tiro por la culata –o por el culote– con las sanciones que quieren imponer a Rusia, pues escupen para el cielo y en la cara les cae. Los húngaros dicen que no le caminan a eso porque si llegasen a sancionar a Rusia a ellos les subiría el combustible; cosa que no pasa con los ilustres españoles, que no se han dado cuenta que si siguen fregando a Rusia van a tener que aguantar frío en invierno. Cada vez que los miembros de la OTAN quieren ‘apretar’ a Rusia, Moscú da un giro hacia la izquierda a la válvula del combustible, gas y demás, y ponen a pensar al resto de Europa… “¿Qué vamos a hacer nosotros cuando venga el invierno?”.
Varios países del viejo continente ya se están mamando, como dicen los niños, de ese jueguito de la OTAN contra Rusia porque los rusos se están dando el lujo de quemar el gas, porque… lo que nada nos cuesta, volvámoslo fiesta.
*Un dato estadístico como ejemplo: el 81 % de los adultos húngaros está en desacuerdo con las medidas tomadas contra Rusia.
“¡Y el gringo ahí!” como decían en aquel famoso espacio televisivo. Es que los gringos siempre quieren meter a los demás en enredos, y los demás no saben cómo salirse del enredo en el que los metieron… ¡Con tal de que no nos metan a nosotros!
Una caricatura francesa, que a continuación reproducimos, muestra cómo la revista Charlie Hebdo ve el problemita que se presenta en este país.
Adenda: Según nuestro periodista de cabecera, Francisco A. Cristancho, muy poco contentos se encuentran los magistrados de las Altas Cortes, del Consejo Nacional Electoral, entre otros, ya que si llegasen a bajarle el sueldo a los congresistas, que son la base sobre la cual se fija el salario de estos, obviamente a ellos también se les reduciría. Desde este espacio les recordamos que no es mediante una ley, sino mediante una reforma constitucional, que se podría hacer esta reducción salarial. Esto para los demagogos, que pretenden legislar a diario sumergidos en el desconocimiento total de la Constitución y la ley. Un principio universal reza que a un trabajador no le podrán desmejorar sus condiciones.
Señores congresistas, si van a hacer algo… ¡Háganlo bien!
Nota final
Últimamente hemos visto al presidente Petro muy cerquita de la señora Claudia López, y ya van más de un par de fotografías en las que muy juntitos se les ve. Presidente, un consejito de amigo: ¡Cuídese mucho de esas malas compañías!
¡Hasta la próxima!
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