La poeta y novelista colombiana Piedad Bonnett dedicó su columna de opinión este domingo en el diario El Espectador a un tema que se ha puesto de moda en el mundo y viene siendo instrumentalizado en la política colombiana: La ‘cancelación’.
Bonnett termina sus interesantes reflexiones afirmando que ‘Perdón es una palabra que Colombia viene repitiendo porque la necesitamos. En un país que está tratando de entender, que ha perdonado y está en trance de perdonar tantas crueldades atroces en aras de la paz, que ha oído tantos falsos perdones de victimarios infames, tendríamos que censurar con más firmeza intentos de cancelación que disfrazan oscuras intenciones.
La dramaturga analizó puntualmente el caso del caricaturista Matador quien fue retirado de El Tiempo, donde trabajó por más de 20 años, por un episodio de violencia intrafamiliar con su esposa ocurrido varios años atrás que ni siquiera los hijos de la feliz pareja conocían y que hacia parte de la intimidad de la pareja hasta cuando el abogado uribista Abelardo De La espriella lo hizo público, como retaliación contra Matador por traer a la memoria las confesiones del mismo De La espriella cuando se ufanaba en una entrevista que le gustaba prenderle fuego a los gatos.
Abelardo De La espriella fue el mismo abogado que en plena campaña a la Alcaldía de Bogotá en 2019 representó los intereses de la ex esposa de Hollman Morris, uno de los más férreos opositores de la políticas del expresidente Uribe, especialmente la de seguridad ‘democrática’ que dejó 6.402 falsos positivos.
Bonnett comienza su interesante texto diciendo que »Muchas cosas se han dicho ya sobre el caso del caricaturista Matador, pero creo que hay que seguir reflexionando no solo sobre la violencia intrafamiliar, sino sobre la cancelación y sus graves implicaciones. El mismo Matador, en Los Danieles, aceptó los hechos con honestidad y valentía, y manifestó su arrepentimiento. Pero también develó los abusos de su acusador, en cuyo Twitter una actriz suplantó la voz de su esposa. Y Cecilia Orozco, en magnífica columna, denunció todo lo que hay en el supuesto acto justiciero del abogado De la Espriella».
Matador ha realizado más de 20 mil caricaturas en su larga trayectoria y ha recibido varios premios de periodismo por su crítica y sátira a través de sus agudos dibujos donde por lo general condena los abusos del poder, violaciones de derechos humanos, corrupción entre otros hechos noticiosos del día a día en Colombia y en el mundo.
En otro aparte de su columna Bonnett considera que ‘‘la violencia conyugal en la que incurrió Matador es totalmente condenable; que su esposa hizo bien cuando llamó a la policía; que la vida privada de las personas públicas debe salir a la luz cuando se trata de delitos de odio o violencia machista, racista, homofóbica; que el alcohol no es una excusa que atenúe el abuso, y que las denuncias en redes, a menudo, son necesarias. Otra cosa, sin embargo, es la cancelación —la simbólica, que destruye moralmente, y la real, que amenaza la vida laboral—, sobre todo cuando está impulsada, como en este caso, por la venganza y el oportunismo».
La poeta recuerda que »Matador se curó del alcoholismo, fue perdonado por su mujer, sigue casado con ella, son padres de un niño de nueve años y no ha incurrido hasta ahora en otro episodio violento. Esperamos que la cancelación profesional no toque a este caricaturista, capaz de incomodar con su crítica a los poderosos, como corresponde a su oficio. Lo que hizo El Tiempo muestra una doble moral, porque si bien lidera la importante campaña “No es hora de callar”, ha podido hacer algo mucho más interesante y aleccionador, como entrevistar a su colaborador de 20 años, confrontándolo, pero también proporcionándole el derecho a la explicación. Tuvo una magnífica oportunidad de propiciar una reflexión colectiva sobre el machismo y el alcoholismo, y no lo hizo porque, desde mucho antes, al periódico le estaban resultando incómodas sus perspectivas políticas».
Aquí es cuando vale la pena preguntarse si el caso del también periodista Hollman Morris aplica para los intentos de cancelación que disfrazan oscuras intenciones y que se deberían censurarse con más firmeza como exige Piedad Bonnett.
Mira el siguiente link y conoce todos los detalles sobre el ‘Caso Morris’
https://laotravoz.co/sobre-feminismo-selectivo-y-falsas-denuncias/
Por qué el uribismo, el peñalosismo, Claudia López y algunos sectores de la izquierda, de los medios de privados de oposición al gobierno Petro, y otros del feminismo le tienen miedo al periodismo de denuncia e investigación de Morris? No será este el verdadero motivo para la ‘cancelación’ de Morris?
Por qué esos sectores de los medios privados que se oponen al nombramiento de Morris cuando escriben contra este con malquerencias y odio olvidan la mitad de la información, no contrastan las fuentes, no lo buscan para escuchar sus testimonios sino simplemente van escribiendo y editorializando con dolo sus calumnias y verdades a medias?
https://laotravoz.co/conoce-a-las-mujeres-que-apoyan-a-morris/
También vale la pena terminar recordando que la esposa de Morris lo perdonó, que la pareja se reconcilió priorizando la salud mental de sus dos hijos, y que Patricia Casas su ex esposa aseguró que fue presionada por diferentes sectores para atacar a Morris públicamente en medios de comunicación para ventilar en 2019 una presunta violencia intrafamiliar y económica, que la Fiscalia General con el paso del tiempo consideró no eran delitos de ningún tipo y archivó su denuncia. Casas también celebró el muy probable nombramiento de Morris en RTVC y agradeció al presidente Petro por la oportunidad para el padre de sus hijos.