El ruido de la trompeta de la guerra, ahora cambio por los panfletarios informativos que promueven la guerra y desdibujan la paz, los titulares de noticieros como Caracol y Rcn, ponen leña al fuego constantemente con la información que vociferan en sus términos: régimen, dictador, usurpador del poder, entre otras tantas frases cargadas de odio, pero nunca son utilizadas para describir a quienes tienen similares características en nuestro país.
Todo este lenguaje lleno de provocación, es el combustible para que los ciudadanos se confronten entre si, entre familiares, desde sus barrios, en las tiendas, en los supermercados e incluso en los clubes sociales.
Las redes sociales y los medios emergentes son los encargados de evidenciar a los tradicionales y cuestionados medios, que se van quedando sin audiencia o con pocos referentes de credibilidad por sus posturas políticas y económicas, que defienden en el caso colombiano a sectores que hacen trisas los avances sociales y de sana convivencia.
Los asesinatos de lideres sociales llamados por especializados en temas de conflicto y paz, como actos terroristas de ejecuciones continuas, son invisivilizados y puestos en desventaja con los también, repudiables hechos perpetrados contra los jóvenes policías de la escuela General Santander.
Algunos de estos medios de comunicación tradicionales ya no son mediadores de la información, son panfletarios del poder económico y político y acuden a la mentira para confundir y promover el mercado de la guerra.