Se generaron muchas críticas respecto a la imagen de la presentadora donde utiliza unos libros como porta cuchillo. ¡Excelente presentadora!…
Y no es para más… desafortunadamente, nunca se nos ha permitido acceder a una educación de calidad y gratuita (Artículo 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura)
Todos los años vemos padres de familia en un oasis de filas interminables en los colegios públicos para lograr un cupo escolar; jóvenes que luchan por conseguir un cupo en una universidad pública y la mayoría sin conseguir resultados positivos, muchos de ellos endeudados con ICETEX, con bancos, con financieras para poder “ser profesional” ahora que decir de las zonas rurales de Colombia, ni siquiera hay acceso a internet y la educación en estos tiempos de pandemia se tuvo que retomar por radio.
Y qué decir de las zonas de conflicto armado, pues hay que aprender a sobrevivir en medio de la guerra, esa es la educación inicial que recibe un niño (si no cae antes en una mina o en un bombardeo) Al colombiano se le ha quitado el derecho a soñar, a jugar, a pensar, a crear, a debatir… nos han silenciado hasta tal punto que hacemos lo que los medios de comunicación nos venden.
¡Claro! salieron muchos intelectuales a pelear, a renegar por esa magnífica escena de libros porta cuchillos -bueno, yo también peleé, porque así sea un libro de segunda comprado en el centro de Bogotá lo cuido como un tesoro- pero mi pregunta es ¿hasta qué punto hemos sido egoístas con el conocimiento? Es que fulano dice haiga, es que sultano no sabe escribir, es que perencejo no sabe leer, es que, es que… Los avispados nos encargamos de ridiculizar o denigrar a la otra persona por no saber.
Los colombianos hemos crecido en medio del hambre y la falta de oportunidades, nos ha tocado madurar biches, muchos niños sí o sí les toca trabajar para ayudar con el sustento de la casa (imagínense ahora con esta pandemia) el estado le quita oportunidades al colombiano y luego lo castiga por querer sobrevivir o por exigir sus derechos (si exigimos educación de calidad somos castro chavistas o terroristas vestidos de civil). La educación es un derecho fundamental de todos los seres humanos, permite adquirir conocimiento y es tan fundamental para el desarrollo económico, social y cultural de todas las sociedades.
A la mayoría de colombianos nos arrebataron desde antes de nacer el derecho a ser Homo Ludens (Johan Huizinga). El juego es libertad, es transformar pensamiento y aprender democracia. Muchos niños no tienen acceso a este derecho tan fundamental para el desarrollo emocional y físico. El arte y la recreación es la mejor terapia para curar enfermedades psicológicas.
El estado es el que debe garantizar todos los derechos a sus ciudadanos pero como estamos en Colombia, eso no va a suceder porque simplemente no les importa invertir en educación, les conviene un pueblo ignorante, que no se permita pensar porque si piensa ya es un mamerto o le causamos molestia a Mafe Cabal cuando apoyamos las marchas de los profesores “Descarados, anarquistas vividores, ya es hora de subsidiar la demanda con educación privada de calidad”.
Es hora de compartir el conocimiento; tener el valor de construir pensamiento crítico a través del arte, del juego y la recreación; de enseñarle a las generaciones futuras que a través de los libros es posible conocer el mundo y hasta cambiar el rumbo de un país; de empezar a intercambiar conocimiento con nuestros campesinos (muchos somos analfabetas en el área agrícola, queremos comida y no sabemos cultivar)
! Es hora de utilizar los porta cuchillos y compartir conocimiento, dejar de lado el egocentrismo intelectual ¡