La distancia entre una mala mentira y el ridículo es muy poca. Como ejemplo, la amenaza de 24 horas a ‘RH’ que le sirvió para eludir un debate.
Nuestros lectores habrán jugado alguna vez en su vida las escondidas. Si lo han hecho, recordarán que no se desarrolla en equipo, pero para sorpresa nuestra, la semana pasada asistimos al primer juego de escondidas en parejas. Sus jugadores fueron el presidente del Partido Liberal, César Gaviria, y el representante Víctor Ortíz. Resulta que el césar –o sea Gaviria– decidió escondérsele a su partido y salir corriendo a Bucaramanga o a Miami para apoyar al candidato Rodolfo Hernández. Dicha alianza no fue consultada con la bancada de congresistas liberales ni con la militancia, por el contrario, se dio por debajo de la mesa y con una expectativa de privacidad entre las partes. No deja de causar gracia que quien funge como director de una colectividad política –la cual comporta necesariamente una organización jerárquica– se vea en la necesidad de esconderse de sus dirigidos. Eso es tan gracioso como penoso.
Fue el representante liberal Juan Carlos Losada quien corrió el biombo e hizo pública la subrepticia adhesión del expresidente Gaviria. En un acto de valentía –actitud que le caracteriza– contó que el césar había negociado con Hernández y que para ello había contado con el beneplácito de algunos alcahuetes. Por su parte ‘RH’ le habría dado el sí a Gaviria pero, como amante tinieblo, no se lo contaría a nadie. La versión de Losada fue corroborada por el último liberal del Tolima, el representante Ángel María Gaitán, quien ante los micrófonos del Salón Elíptico denunció la traición del césar de Risaralda a los liberales de Colombia.
No faltó aquel que como camello de elásticas cervices –citando al maestro Guillermo Valencia– terminó inclinándose ante aquel guía que con un pequeño palito convence a un dócil gigante. Ese fue el papel que desempeñó el vocero del liberalismo en la Cámara, Víctor Manuel Ortíz Joya, quien como sordo en el desierto no oyó y ciego se quedó y tampoco vio. Antes se decía que cuando la ropa no era fina y la enviaban a la lavandería, esta se encogía y se desteñía. A los liberales gaviristas les pasó exactamente eso, se encogieron y se destiñeron. Aplauso merecen los liberales que no se le arrodillaron a Gaviria, como Guillermo Rivera (@riveraguillermo), Juan Carlos Losada (@JuanKarlosLos), Ángel María Gaitán (@pijaoliberal), entre otros.
Continuando con la hecatombe liberal, bueno es ver cómo el cristo termina buscando al diablo. No hacemos referencia al diablo de Papini, sino a aquel demonio malo, pecaminoso, merecedor del infierno y que en opinión de muchos sectores reaccionarios toma forma humana en nuestro amigo Gustavo Petro (@petrogustavo). Hace unos días y al ver que el ablandado ex-candidato Sergio Fajardo quedó con menos seguidores que Goyeneche en su época, el señor Juan Fernando Cristo Bustos decidió buscar al candidato del Pacto Histórico y posteriormente anunciar su respaldo a esta propuesta. Dicho de otra forma, Cristo se le pegó al diablo.
–Pasando a algo que nos toca personalmente– Fueron lindas las palabras que pronunció Katherine Miranda (@MirandaBogota) en la imposición de la Orden de la Democracia Simón Bolívar, que hizo las veces de despedida de Germán del Congreso. De recordación son también las de Margarita Restrepo (@MargaritaRepo), María José Pizarro (@PizarroMariaJo), César Lorduy (@clorduy), Inti Asprilla (@intiasprilla), John Jairo Hoyos (@hoyosjohnjairo), Juan Carlos Losada (@JuanKarlosLos), Edward Rodríguez (@EDR_CD), Jorge Gómez (@JorgeGomezG_), Juan Carlos Wills (@juanchowills), Jorge Mantilla (@SecreCamara), Luis Alberto Albán (@AlbanComunes), Carlos Eduardo Acosta (@CarlosAcostaCJL) y Jennifer Arias (@JenniferAriasF). Nos conmovió profundamente este homenaje que le hicieron los representantes al trabajo de uno de los suyos. Igual opinión tenemos de la condecoración dada al autor mayor de esta columna en el Senado de la República, foro en el cual se pronunciaron los senadores Alexander López (@AlexLopezMaya), Paloma Valencia (@PalomaValenciaL), Angélica Lozano (@AngelicaLozanoC), Sandra Ramírez (@SandraComunes), Iván Cepeda (@IvanCepedaCast), Aída Avella (@AidaAvellaE), entre otros. A todos ellos, nuestro más sentido agradecimiento.
–Cambiando de tema– En la conmemoración del Día de Rusia el señor embajador Nikolay Tavdumadze tuvo muy bonitas palabras para con Colombia y desmintió que su país en algún momento estuviese interesado en interferir en el proceso electoral. Hay que ver cómo discurrieron las elecciones legislativas de marzo y la primera vuelta presidencial en mayo sin hechos que alteraran la seguridad, integridad e independencia de los comicios. Quedan entonces desvirtuadas las acusaciones que en meses anteriores hiciera el ministro Molano contra el Estado ruso y su representación diplomática en Colombia.
Para terminar, hay un proyecto de ley en trámite que busca aumentar la inversión en servicios de salud mental para los colombianos, pues en opinión de sus autores, ese es uno de los mayores desafíos que enfrenta nuestra sociedad. Tendemos a estar de acuerdo con ellos y, conversando con varias personas sobre el asunto, algunos nos decían que un estado mental deteriorado corresponde a la mala alimentación, otros aducen que es un problema de herencia genética y unos lo atribuyen a los efectos de los pésimos gobiernos que hemos tenido. El domingo sabremos si los colombianos están tan locos como para elegir a ‘RH’ para que ocupe el solio de Bolívar.
Plop de Condorito: el ex-superintendente de salud, Gustavo Morales Cobo (@gustavoemorales), quien se reconoce a sí mismo como “radical fanático del libre mercado y del sector privado”, anunció su voto por Gustavo Petro en un hilo de Twitter del cual reproducimos un aparte: “Así que, en defensa de la Constitución de 1991, de la majestad de la jefatura del Estado y en rechazo de la celebración de la incultura y la chabacanería en la primera magistratura, votaré por el Pacto Histórico”. Los invitamos a leer su cantada de voto dando clic acá.
Coletilla a cargo de nuestro asiduo lector, Ernesto Samper Pizano (@ernestosamperp): “Como en la novela de Rulfo, Pedro Páramo, César Gaviria anda con el cadáver del Partido Liberal entre un costal, ofreciéndolo a quien quiera recibirlo. Se lo ofreció a Petro, después a ‘Fico’ y no me extrañaría que ahora lo haga con su feroz crítico, nuestro Trump criollo, Rodolfo Hernández. ¿Lo aceptará?”
Cuña: Ya está a la venta la segunda edición de Historias humanas de perros y gatos, una obra de Gustavo Castro Caycedo; en ella aparece el relato de ‘La Chiqui’, escrita por Germán Navas Talero. ¡No se la pierdan!
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