Un poco de ilustración, sobre la forma, como muchos comunicadores, políticos y otras personalidades; están estropeando a nuestro idioma español. Es común escucharlos decir en forma, reiterativa y presumida en sus alocuciones: La abogada o la abogado, la arquitecta o la arquitecto, la médica o la médico; ¿Cómo y por qué se debe decir la señora presidente no la señora presidenta? En español el plural en masculino implica ambos géneros gramaticales, así que al dirigirse al público no es necesario ni correcto, decir colombianas y colombianos, niñas y niños, hermanos y hermanos, etc. Decir ambos géneros es correcto solo cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes por ejemplo: mujeres y hombres, toros y vacas, damas y caballeros. Muchos continúan haciendo culto a estos yerros gramaticales.
Para tener en cuenta este detalle lingüístico: presidente o presidenta, en español existe el principios activos como derivados verbales, por ejemplo el participio activo del verbo atacar es atacante, el de sufrir es sufriente, el de cantar es cantante y el de existir es existente. Cuál es el participio activo del verbo ser? El participio activo del verbo ser es ente, el que es excelente, tiene entidad, por eso cuando queremos nombrar la persona que denota la capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación ente, por lo tanto a la persona que preside se le dice presidente no presidenta, independientemente de su género. Por lo tanto de debe decir es camilla ardiente no ardienta, estudiante no estudianta, adolescente no adolescenta, paciente no pacienta, comerciante no comercianta.
Se hace mal uso del leguaje no por motivos ideológicos, condición social, sino por ignorancia de la gramática del idioma español. Debemos saber cómo estamos hablando y escribiendo nuestro idioma español.
Por eso cuando hablamos de niños y niñas, señoras y señores, hermanos y hermanas, el discurso se vuelve tan monótono que uno termina desconcentrado y poco asimila del mensaje pretendido.