Unos aman trabajar en casa, otros lo odian, pero a quienes mejor les funciona es a las empresas. Recopilando las experiencias de varios profesionales que han estado en casa desde el inicio de la pandemia, hemos notado que no todo es color de rosa con esta modalidad de trabajo.
Si bien, la mayoría logramos tener un ahorro en transportes, este es netamente monetario, ya que el tiempo de los traslados que es lo que más atormenta en ciudades como Bogotá no es ahorrado, este es utilizado para trabajar.
Las grandes corporaciones ahorran dinero en infraestructura, en herramientas de trabajo y extiende sus jornadas laborales de una forma muy Polite. Antes de la pandemia, el dolor de cabeza era llegar a tiempo, hoy es salir a tiempo. Tus implementos de trabajo estaban en la oficina y cuando ibas a casa, no había más que hacer, esperar a que regresarás al día siguiente.
Ahora los jefes tienen un mayor nivel de exigencia, parece que duermes con tu computador bajo la almohada. Todo inicia como un favor, con una palabra de disculpa, con frases como “perdón molestarte a esta hora”, pero siempre hay prioridades sobre las prioridades y todos deben seguir cumpliendo, porque el desempleo va en aumento y hay varios detrás de tu puesto, por menos pago y por más tiempo.
Hemos olvidado que cuando un empleado pasa más del tiempo determinado se debe generar una alerta, o las cargas no son las correctas o el empleado no es el indicado para la labor. Recordemos que debemos encontrar un equilibrio entre la vida laboral y la personal, pero los límites entre una y la otra ya no existen. No es mejor quien más trabaja. Pero, sobre todo, el tipo de contratos que existen hoy como el conocido Obra labor o prestación de servicios no ayudan en la explotación, los colombianos deben dejar sudor y lágrimas para perdurar por lo menos 1 año.
Evaluemos nuestros contratos, nuestros beneficios y luchemos por lo justo. Me surge una pregunta muy importante y es ¿cómo serán abordadas las enfermedades laborales? Pues he visto a muchos profesionales trabajando en una silla de comedor e incluso el cansancio los lleva a realizar su labor desde la cama, pero al no estar en la empresa esto debería cubrirlo la ARL.
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