Desde el 6 de septiembre Palestina e Israel contuvieron el aliento por la suerte de seis palestinos fugados de una cárcel de alta seguridad. Ese día salieron por un túnel abierto en la estructura de cemento, después de largos meses de silencioso trabajo en el que solamente utilizaron unas simples cucharas, paciencia y una indeclinable decisión de buscar la libertad.
Su escape entra en la leyenda, al lado de las fugas llevadas al cine y de otras epopeyas como la de Papillón de la Isla del Diablo y la de Álvaro Cunhal, el legendario líder del Partido Comunista Portugués, que en 1960 se evadió de la más terrible de las cárceles de la dictadura que azotaba a su país desde los años 20.
Los prisioneros forman parte del gran grupo de casi cinco mil palestinos que languidecen en penitenciarías israelíes, sometidos a malos tratos y vejámenes por parte del régimen de ocupación. Son personas encarceladas en su propia tierra cuyo delito es luchar contra la ocupación y por la independencia de su milenario país. Actualmente están entre rejas cerca de 5000, entre ellos 41 niños, 225 mujeres y 520 son víctimas de la llamada detención administrativa ordenada no por jueces sino por el gobierno israelí, que pueden permanecer largos años sin que se les formulen cargos y se les someta a un juicio justo.
La evasión estremeció los cimientos del sistema represivo y llenó de esperanza al pueblo palestino, que se unió alrededor del puñado de fugados. Los opresores dispusieron de varios batallones, miles de soldados y gran cantidad de unidades de los servicios secretos en una cacería humana de grandes dimensiones. Al mismo tiempo se endurecieron las de por sí severas condiciones a las que son sometidos los patriotas encarcelados y se tomaron represalias tales como traslados injustificados, golpizas y aislamientos. Esto llevó a una huelga de hambre por cientos de ellos, situación que no ha tenido mucha divulgación en la prensa mundial.
Cuando, pesada una semana no se daba con el paradero de los fugados y surgían esperanzas de que hubieran podido burlar el cerco y pasar a otros países, la opinión palestina y sus amigos recibieron como baldado de agua fría la recaptura de cuatro, seguida pocos días después por el apresamiento de los otros dos.
La venganza por la burla al sistema penitenciario no se hizo esperar. Interrogatorios brutales y palizas tan fuertes que tienen a uno de ellos, Zakaria al-Zubaidi, al borde de la muerte, internado en un hospital al que fue llevado después de una larga sesión de torturas a manos de más de veinte jenízaros.
El martirio al que viene sometido el pueblo palestino desde 1948 tiene como una de sus caras más dramáticas la prisión en penitenciarías del ocupante, tan marcada y masiva que, estadísticamente, uno de cada cinco varones palestinos, ha sido detenido por Israel en algún momento de su vida.
No obstante el revés de la recaptura, la resistencia afirma que hará gala de la misma paciencia que tuvieron sus hermanos de la cárcel de Gilboa, para romper algún día las cadenas que aherrojan al milenario pueblo palestino. Así como durante el breve respiro de libertad que tuvieron los seis tuvieron el aliento solidario de los pueblos libres del mundo, tarde o temprano se obtendrá la independencia de su nación con la solidaridad y la resistencia. De hecho, la Autoridad Nacional Palestina anunció en el marco de la sesión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que da un año de plazo a Israel para la devolución de los territorios arrebatados en la llamada Guerra de los Seis Días en 1967, incluida la parte este de Jerusalén-Al Quds(La Santa).
Entre tanto, elevo una sencilla plegaria por todos los que sufren en Tierra Santa entre muros infames la injusticia de un sistema opresor.
Oración por los presos palestinos
¡Alá, el misericordioso, Jehová, Santísima Trinidad cristiana, Buda, Krishna, dioses del mundo y del tiempo!
¡Detened por un instante el paso de las horas y mirad el destino cruel que se ensaña contra uno de vuestros pueblos. En la vieja Palestina, miles de sus hijos, nacidos de la más santa de las tierras se pudren en vida en mazmorras lóbregas bajo el yugo de quienes se proclaman hijos de Israel!
Un puñado de ellos se liberó por unos días de las garras opresoras pero ahora está de nuevo en las manos de los verdugos. No dejéis que la ira vengadora se ensañe en ellos y en sus hermanos de infortunio.
¡Detened la zarpa que los acuchilla y sembrad la semilla de la paz y la hermandad entre los descendientes de Abraham, padre común de Isaac e Ismael!
¡Corred la cortina de soberbia que ciega la visión de los gobernantes de Sion y les impide ver en el otro a su hermano que no quiere más que la devolución de lo que es suyo, paz, respeto y dignidad!
¡Haced que los pescadores de Gaza puedan salir de la enorme prisión a cielo abierto en la que languidece su gente entre arenas, soledad y amargura y retornen después de cada jornada en el mar acariciando los suaves contornos de sus barcas para revivir en las aldeas el milagro de la repartición de los peces entre un pueblo con hambre de pan y horizontes!
¡Abrid los ojos del mundo ante esta tragedia silenciada, que las trompetas celestiales derriben los muros infames que parten las tierras sagradas y dividen los pueblos bíblicos!
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