Hoy escribo por primera vez un artículo para www.laotravoz.co, motivada por compartir un poco la experiencia que actualmente estoy viviendo. En una conversación con un gran amigo, surgió el nombre un tiempo para mí, porque eso fue lo que decidí realizar en esta etapa de mi vida.
Tome la decisión de salir de Bogotá, me fui en busca de un descanso físico, mental y emocional, lo necesitaba a gritos; por todas las situaciones y sensaciones que estaba viviendo en este momento.
Este descanso y pasión por valorar cada segundo de mi vida y cada sensación de mi cuerpo se convirtió en mi forma de vida actual.
Señora o señor lector, quiero que piense si usted en algún momento ha sentido deseos de llorar, gritar, salir corriendo y tal vez, no lo hace por su trabajo, la familia o múltiples circunstancias se lo impiden. Animo estoy segura que en algún momento darán ese paso para reivindicar su derecho a ser felices.
No me arrepiento en lo absoluto porque este descanso me sirvió para encontrarme a mi misma, he vivido un gran proceso de paz mental, estoy en la búsqueda de disciplinar cada día más mi mente, aprendiendo a nutrirla de pensamientos absolutamente positivos, aprendiendo a valorarme más. Entendí que mi proceso hasta ahora inicia, seguiré encontrando en las vivencias y formación constante, el camino para entender y comprender que en nuestro tiempo, se requiere que pensemos en nuestra tranquilidad y podamos enfocar nuestros sentimientos en momentos que nos hagan felices, que aportemos en la construcción de una mejor sociedad, pero sobre todo, en ayudar en nuestra transformación continua para ser mejores cada día.
Seguiré escribiendo mis historias para reflejar la lucha constante de las mujeres, que desde la cotidianidad buscamos el espacio que merecemos, recibiendo el amor de la vida y de quienes nos rodean. Todo esto es sin lugar a dudas, un tiempo para mi.