Por:
Horacio Duque.
El uribismo y el Estado autoritario que monto esta facción política en la cuarentena con las Facultades de la Emergencia económica, social y ambiental no sale de la dicha haciendo de las suyas con la cascada de decretos que le han dado forma a un gobierno just-in-time (justo a tiempo).
Cancelaron los controles políticos desde el poder legislativo y las Cortes se han ido acomodando de manera subrepticia para no incomodar a las víboras de la ultraderecha fascista.
El confinamiento les cayo como anillo al dedo para cortar de tajo la potente movilización social que surgió desde el 21 de noviembre del año anterior con sus demandas antineoliberales, por la paz y en repudio al exterminio de los lideres sociales y de los derechos humanos que se torno sistemático en el gobierno del señor Duque.
Aun así no no han podido sofocar la indignación popular expresada con las banderas y trapos rojos agitados en los frentes de las casas en los barrios populares por todo el país.
Hoy tenemos un nuevo escenario marcado por las descomunales protestas de la multitud en las principales ciudades de los Estados Unidos.
No obstante el inevitable «distanciamiento social» la gente se ha volcado ha denunciar la violencia racista de la policía al servicio del supremacismo blanco gringo.
Los colombianos quieren recuperar la dinámica del 21N y los reclamos del Pliego que el gobierno desconoció y anulo con el vendaval de decretos dictatoriales aprobados para reforzar el modelo neoliberal y favorecer bancos y conglomerados financieros.
Para mañana jueves Fecode, los educadores y la Cut, han programado protestas y movilizaciones en los espacios públicos para demandar respuestas a las peticiones contenidas en el Pliego del Comando Nacional del Paro.
La vertical caída del PIB, el asombroso desempleo que azota a millones de trabajadores, el hambre, la corrupción, el asesinato de los lideres sociales y el belicismo contra Venezuela disfrazado de la guerra contra la coca, son los motivos mas visibles de las acciones de este jueves 4 de junio.
Ojala no respondan sacando de nuevo el Esmad o inundando de propaganda los medios de comunicación para estigmatizar a los sindicatos, a los movimientos sociales y a sus lideres.
Nota. Como aprende de rápido la Alcaldesa de Bogota las tecnologías uribistas del poder. Quería «perfilar»casi 10 millones de bogotanos, pero el espiritu liberrimo de la ciudadanía capitalina la hizo echar para atrás. Tampoco le cuajo su esquema para militarizar Kennedy y Corabastos.