Con la llegada del primer gobierno democrático a la casa de Nariño, se han destapado muchas cosas que el colombiano sabe que existen, pero como reza el adagio popular, se hace el de la oreja gacha, lo que quiere decir que las deja pasar sin “darles mayor importancia”, así sean el cáncer que corroe al país.
Uno de esos lastres es el de los politiqueros de oficio, como dice la canción de Rosero, que se han convertido en el soporte de la corrupción y robo del Estado. Son de muchos pelambres y son expertos en manejar todas las mañas habidas y por haber para lograr sus objetivos, ya sea para ellos o para sus jefes.
Las promesas incumplidas, las mentiras, las calumnias, las medias verdades, el soborno, el chantaje, las presiones y el descrédito son solo algunas de las armas innobles que usan estos personajes para lograr sus fines. Y lo más grave es que se han tomado todas las ramas del poder público, los entes de control, los de participación y todas las entidades del Estado. Cada uno quiere lograr un feudo, una parte o entidad del Estado, con el cual hacer de las suyas y ponerlo a que le rente a él, a su familia, patrones políticos o amigotes.
Aquí algunos ejemplos: Uno de los mas notables de los últimos años es el de Claudia Nayibe López, primero como candidata y luego como alcalde de la capital de la República. Durante su campaña prometió que no iba a hacer troncales por la 68 ni por la 7 y que el metro elevado es un esperpento, e insultó a quienes tenían otros conceptos, pero al llegar al poder hizo todo lo contrario, su primer acto fue licitar y adjudicar la troncal de Transmilenio por la 68. A pesar de prometer el cable aéreo de la localidad de San Cristobal, que ya tenían los estudios listos desde la alcaldía de Petro, la señora solo lo licitó y adjudicó hasta finalizar su alcaldía. El Transmilenio por la 7 logró licitarlo y adjudicar unos de sus tramos , a pesar de la oposición de toda la ciudadanía acabando con la vía emblemática de la capital (2) y todo para beneficiar el metro elevado y facilitar la venta de las viviendas de la urbanización Lagos de Torca, que es un proyecto de los grandes constructores del país, según el concejal Carlos Carrillo (2). Hay que aclarar que ella ha sido una de las mas grandes expropiadoras de inmuebles por donde van las obras adjudicadas (3). El mismo Carlos Carrillo ha denunciado, desde antes de ser concejal, la catadura de la señora y su campaña electoral a la presidencia de la república, impulsada por ella misma desde la alcaldía. Nunca hizo lo prometido y por el contrario realizó lo que le conviene a los constructores y a su padrino el señor Enrique Peñalosa. El concejal Cancino hizo denuncias sobre los incumplimientos y corrupción de la alcaldía de Claudia López (4).
Otro caso para destacar es el de parlamentarios(as) que se hicieron elegir con las banderas del Pacto Histórico, pero cuando llegaron al Congreso destaparon sus cartas al demostrar que son uribistas de pura sepa; las(os) mas destacadas (os) son Cathy Juvinao, Katherine Miranda, J.P. Hernández y Paulino Riascos entre otros. Demostraron ser alumnos aventajados del “ex” cumpliendo a cabalidad sus indicaciones para bloquear al gobierno y oponerse a las reformas sociales necesarias para el desarrollo del país. Parlamentarios(as) que se hicieron elegir por el progresismo pero siguen haciendo política de derecha en sus formas y contenido queriendo agradar a los poderes de siempre y que representa toda una acción derechista.
Podríamos seguir describiendo todo un memorial de incumplimiento de promesas, corrupción, despilfarro de recursos públicos y toda una cantidad de conductas que atentan contra la democracia y los ciudadanos, que ha sido histórica en nuestra vida republicana. Podríamos llenar cuartillas de acciones hechas por todos los políticos y gobernantes que ha tenido Colombia, pero lo que debemos es denunciar a quienes siguen con estas conductas antidemocráticas y delictivas y evitar que esos avivatos sigan usufructuando las mieles del poder y enriqueciendo sus bolsillos.
Para llegar a señalar, denunciar y castigar, si a eso conducen sus acciones, debemos analizar varias cosas;
Primero: Todos los aspirantes a cargos de elección popular, ¿tienen la obligación cumplir sus promesas de campaña? ¿Cuál es el ente encargado de hacer cumplir esas promesas? ¿Si el voto es programático quien salió elegido está obligado a cumplir su programa? ¿Si no lo hace qué autoridad debe investigarlo y eventualmente, castigarlo? ¿Cuál es el castigo previsto para estos casos?
Segundo: Si el incumplimiento y capricho del elegido ocasionan gastos que no estaban previstos, ¿quién paga y quién debería cobrar por los daños causados a la ciudadanía? ¿Por qué en Colombia nadie cobra esos desafueros y siempre debe asumirlos el pueblo? Consultando con algunos juristas me dicen que solo se debe esperar las sanciones electorales porque, pareciera, que es muy difícil tipificar esos posibles delitos, pero ¿Por qué nunca pagan, ni siquiera en las urnas? ¿Malgastar los dineros públicos en otras cosas y no hacer lo prometido qué es? ¿Engañar a sus electores no es delito? ¿Hacer cosas que no están en su programa de gobierno, no es un engaño al elector?
Y para completar, muchos de ellos, los más corruptos, tienen como defensores a los grandes medios de comunicación y los periodistas que se las dan de decentes defienden a funcionarios que no saben, no entienden, no quieren cumplir con la ley, solo porque es buena persona o les cae bien a esos periodistas.
En conclusión, en nuestro país los politiqueros actúan sin límites y sin quién los controle, se hacen elegir por muchos periodos y, lo más grave, siempre aspiran a cargos más altos y con más poder.
Esta situación se puede resumir en el dicho popular que ya ha hecho carrera en el país: “Robó pero hizo”, aunque la gran mayoría de estos personajes no hacen nada. Hasta este punto hemos llegado, a convivir y congraciarnos con la corrupción, sin que ninguna autoridad judicial, administrativa o el mismo pueblo en las urnas corrija de fondo las actuaciones de los corruptos que ha dejado al país en una situación muy difícil de recuperar. Toca recordar los actos más graves en contra del erario: Chambacú, Foncolpuertos, Dragacol, Invercolsa, Cajanal, Agro Ingreso Seguro, AIS Ubérrimo, Carrusel de la contratación en Bogotá, DNE, Saludcoop, Caprecón, Telecom, DIAN, Interbolsa, Reficar, Odebretch, Coljuegos, Corpourabá, Llanopetrol, robo de combustibles a Ecopetrol, Fifagate, El Guavio, Fidupetrol, Chirajara, Hiidrohituango, Túnel de la línea, cartel de la toga, Ruta del sol, Estraval, Universidad Distrital, entre otros desfalcos, estos son los más nombrados. Hay muchos en los municipios en los que politiqueros, paramilitares y corruptos hicieron de las suyas con los presupuestos.
En Colombia hay un contubernio perverso, que se rotan del sector privado, léase contratistas, pasan al sector público a altos cargos, se hacen elegir a corporaciones públicas para hacer normas que los beneficien y así en un carrusel interminable de desfalcos y corrupción.
En esos días varios medios de comunicación del país del norte informaron sobre la expulsión de George Santos del congreso en Estados Unidos (5), conocido por ser uno de las más mentirosos y por sus prácticas ilegales, con él se completan 6 en 20 años. Ojalá aquí siguiéramos esos ejemplos para garantizar la transparencia y la decencia de la política colombiana
(1) https://fb.watch/oNABSe-I4o/
(2) https://fb.watch/oNzXbArVKY/ https://fb.watch/oNA0dyAQqp/
(3) https://fb.watch/oNAf-oMZeC/
(4) https://fb.watch/oNBrLORLxv/
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