En estos tiempos tan difíciles en los que el acuerdo de paz con la extinta guerrilla FARC-EP se encuentra en grave amenaza por incumplimiento por parte del estado, es importante que quienes anhelamos el fin del conflicto armando en Colombia alcemos nuestras voces.
La literatura, a parte permitirnos soñar sin cerrar los ojos, es también un muro desde el cual se puede resistir. No obstante, es a su vez una altísima atalaya desde donde advierten que hay peligro a la vista.
Una de esas voces o atalayas es PARA LA GUERRA, NADA (Editorial Monigote) un libro-álbum que hace hincapié en la importancia de la paz mediante versos rimados que, como se explica en el inicio del libro, es una canción que poco a poco se ha convertido en un himno al cual muchos artistas de todo el mundo unen sus voces y versos. El formato permite conectar de manera inmediata con los niños, además, las rimas brindan la posibilidad de tararear en sin número ritmos que solo la mente puede imaginar.
En lo personal, una de las cosas robó mi completa atención fueran las coloridas ilustraciones hechas por Daniela Violi, que cuentan una historia que inicia con una familia de armadillos, los cuales deben llevar algunas cuantas semillas a un lugar donde un encantador animal les estará esperando, para de la misma forma trasportar las semillas a otro sitio donde todo dará un drástico giro.
Para cerrar la nota, cito una de las más entrañables estrofas que encontré:
Para el sol, un caleidoscopio
Una escafandra para el mar
Para el miedo, una guitarra
Y tu voz para cantar
Estoy seguro de que este libro está perfectamente «tejido con las palabras oportunas» por la autora, Marta Gómez, que llevan a comprender el mensaje central del libro, el que, como indica el título es: PARA LA GUERRA, NADA.
Estos versos son una invitación a todos, para seguir cantando y resistiendo hasta que la guerra cese en esta nación y en todos los países que azota.