PAÍS DE PALOMAS
Las palomas revuelan en la plaza de Bolívar.
Buscan el norte.
Duermen en el Palacio de Justicia.
Al sur,
se acomodan en el Senado de la República.
En la Catedral,
al oriente,
muestran su devoción, no al Sagrado Corazón, sino al
Espíritu Santo.
Van al occidente,
hacen escala en la Alcaldía.
Sueñan continuar su vuelo al Palacio de Nariño.
La Plaza es un baño privado
para sus reales gobernantes,
en esta Colombia,
país de palomas.