Por: Horacio Duque
El gobierno del presidente Iván Duque ha convocado mediante el Decreto 077 de enero del 2019, sesiones extraordinarias del Congreso de la Republica entre el 5 de febrero y el 15 de marzo del año en curso para dar tramite y aprobar el Plan Nacional de Desarrollo.
El documento se llama “Pacto por Colombia, Pacto por la equidad”, y está basado en la ecuación del bienestar: legalidad más emprendimiento igual a equidad.
No obstante que Colombia presenta un cambio social notable en este siglo, con una fuerte caída de la pobreza de 49,7% en 2002 a 27% en 2017, y un aumento sostenido de la clase media, que ha pasado de 16,3% a 31,0% en el mismo período, persisten fuertes obstáculos en el desarrollo del país como “el estancamiento de la productividad en la última década, el incremento de las economías ilegales aprovechando los espacios vacíos y la ausencia de Estado, el aumento en la corrupción y en la percepción de impunidad, las grandes disparidades regionales en particular en contra de la Colombia rural, la alta informalidad laboral y empresarial, los costos tributarios y regulatorios que desestimulan la actividad empresarial, los grandes rezagos para la transformación digital que tiene el país, y la vulnerabilidad frente a riesgos de desastres y al cambio climático, entre muchas otras”.
Es por tal razón que el Plan en discusión debe trazar “el curso de acción para remover dichos obstáculos y transformar las condiciones que hagan posible acelerar el crecimiento económico y la equidad de oportunidades”.
Para tales efectos “El PND implica ponerse de acuerdo en un gran pacto en donde concurren las inversiones públicas y privadas y los esfuerzos de los diferentes niveles de gobierno para que, como Estado se definan el conjunto de prioridades, que generarán la verdadera transformación para el desarrollo”.
Los elementos novedosos del Plan Nacional que permitirán alcanzar dicho objetivo son “el incremento en la productividad, liderada por una profunda transformación digital y una apuesta por la agroindustria que vincule a los pequeños y medianos productores; una mejora regulatoria y tributaria que promueva el emprendimiento y la actividad empresarial; una mayor eficiencia del gasto público; una política social moderna centrada en la familia que conecta a la población pobre y vulnerable a los mercados; y el aprovechamiento de las potencialidades territoriales al conectar territorios, gobiernos y poblaciones”.
Dichos pactos tienen como base la conexión con los distintos territorios de nuestro país, por tal razón se han establecido unos pactos regionales con acuerdos específicos entre la Nación y los gobiernos subnacionales articulados en las regiones central, caribe, pacifico, eje cafetero, orinoquia.
Esperemos que las cosas marchen en esa dirección por el bien del país y la sociedad.