Mis primeras vacaciones nunca las olvidaré

Mis primeras vacaciones nunca las olvidaré

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Comparto una de mis vacaciones en las que tuve la oportunidad de ir a conocer por primera vez el mar, tenía ya a mi hija mayor, mi ex esposo trabajaba en una empresa de textiles, él era diseñador. En ese entonces, jugaba mucho fútbol y en un partido de los tantos, se lesionó la mano derecha, por lo cual le dieron más de un mes de incapacidad, entonces él decide organizar viaje para irnos a Santa Marta, tierra donde vivió por muchos años.

En ese entonces, yo estaba trabajando en un punto de venta de ropa y aunque no tenía vacaciones, el insistió tanto en que viajáramos que yo de manera absurda, me invente un problema delicado con su salud, con el fin de que me dieran 8 días para poder viajar, y quiero contarles que lo conseguí y me fui a mi grandioso viaje.

Por fin lista y en familia, tomamos transporte terrestre dispuesta a conocer el mar y las playas. Durante muchos años soñé con ese viaje, para mi eso fue una experiencia realmente maravillosa y única.

Finalmente, ya estando en Santa Marta, recorrimos varias playas, y realizamos varias actividades, salidas a conocer la ciudad. También recuerdo a mi ex sentado en el andén rodeado de muchos de sus amigos, compartiendo y recordando anécdotas de su infancia, era realmente gracioso escucharlos, ya que hasta ese momento empezaba a relacionarme con personas de esa región de la costa.

Lo que más recuerdo de este viaje, fue el no haber podido disfrutarlo al 100%, pienso cuando me senté a la orilla de la playa, veía ese paisaje tan hermoso, el mar, sus olas, pero mi mente estaba en Bogotá, pensando en que todo saliera bien en el almacén y que no se presentara ningún inconveniente. Pero no tenía tranquilidad por la forma en que había solicitado mis vacaciones. Adicionalmente, cometí el error de confiar en mi única compañera de trabajo en ese punto de venta  a la cual le conté mi verdad, llegue a pensar y creer que podía confiar en ella, lo que nunca  imaginé fue que no me cubriría la espalda, todo lo contrario, me echo al agua, le contó la verdad a los jefes, así que a mi regreso al trabajo me esperaban con la carta de despido. 

Siempre recuerdo esas vacaciones, a mi supuesta gran compañera y la forma tan pendeja como perdí mi trabajo.

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