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En el articulo 11 de la Constitución Política de Colombia se asegura el derecho a la vida a todos los colombianos. Sin embargo, desde que se puso por escrito (hasta el día presente) este derecho ha sido uno de los más violentados. La guerra sólo ha sido un factor principal para evadir el complimiento del mismo. El problema está directamente relacionado con la población y su respuesta a diversas situaciones a la cual los sujetos se enfrentan en su día a día.
Las riñas son noticia diaria en todos los rincones del país, nuestra sociedad es belicosa en muchos aspectos, pero ¿es nuestra culpa directamente o, hay factores externos que han contribuido a forjarnos así? Una posible respuesta es sí; la inestabilidad política del país genera un habitual ambiente azaroso, los intereses personales de los partidos, la imposición ideológica por medio de las armas. Esos factores nos han llevado a percibirnos desde esa orilla como sociedad.
En mi opinión, el pueblo colombiano es un pueblo herido y resentido. El resentimiento se debe a la constante vejación del derecho a la vida, hemos interiorizado tanto el termino muerte que somos indiferentes al derecho del otro. Por ende, hay naturalidad al hablar de masacres, asesinatos conyugales, maltrato infantil, maltrato intrafamiliar y muertes por la guerra. En todos estos años de guerra pareciera haber desaparecido su mortal significado de nuestro subconsciente.
La premisa del pueblo herido se basa en las cifras espeluznantes a lo largo de muertos por la guerra del siglo XX y XXI. Algunas de estas cifras son:
Víctimas de ejecución extrajudicial por abuso de autoridad e intolerancia social por agentes directos o indirectos del Estado (violaciones a los Derechos Humanos) 174
Víctimas registradas simultáneamente como Ejecuciones Extrajudiciales perpetradas por agentes directos o indirectos del Estado por móviles de Persecución Política (Violaciones a los Derechos Humanos) y como homicidios intencionales de personas protegidas (Violaciones al Derecho Internacional Humanitario) 375
Víctimas de Homicidio intencional de persona protegida o Civiles muertos por uso de métodos y medios ilícitos de guerra o civiles muertos en acciones bélicas o en Ataques a Bienes Civiles (Infracciones al Derecho Internacional Humanitario por parte de la insurgencia) 121
Total de víctimas de atentado contra la vida: 670
Cifras Cinep Consolidado general de víctimas. Primero de enero a treinta y uno de diciembre 2009
Tomado de: http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/un-viaje-por-la-memoria-historica/pdf/cifras.pdf (pag.38)
Solamente en el 2009 se registraron seiscientos setenta atentados contra la vida en el territorio nacional, hasta el año 2020 (sin dudarlo) las cifras han aumentado exponencialmente.
La población étnica mas afectada por la guerra es la afro. Según el investigador Santigo Arboleda la mitad de esta población es victima directa del conflicto armado:
“Según algunas investigaciones, en Colombia hay 8 millones de víctimas del conflicto, de las cuales dos millones serían afrocolombianos. Y si fuera cierta la cifra, estamos reconociendo que el 50 por ciento de la población afro del país es victimizada.”
Arboleda, S. (18 de septiembre de 2018). ‘El 50 por ciento de la población afro del país es victimizada’. El Tiempo. Recuperado de https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/el-50-por-ciento-de-la-poblacion-afro-del-pais-es-victimizada-dice-santiago-arboleda-270236#:~:text=Seg%C3%BAn%20algunas%20investigaciones%2C%20en%20Colombia,afro%20del%20pa%C3%ADs%20es%20victimizada.
A partir de allí podríamos comenzar a hablar sobre asesinatos étnicos en Colombia. La guerra y sus demonios habrán de perseguirnos hasta el día en que aprendamos a convivir sin lacerarnos los unos a los otros, cuando la política principal del país sea la búsqueda y construcción de la paz. Tal vez, de esa forma se aprenda en este país a respetar el derecho a la vida.