Aunque la comunidad LGBTIQ+ ha avanzado en la reivindicación de sus derechos, que anteriormente les habían sido arrebatados por la iglesia y el estado, la lucha de este movimiento social cada día continúa y parece tomar más fuerza.
Históricamente la vida, los derechos y las problemáticas de las personas trans han sido invisibilizadas a causa de la discriminación, transfobia y poca educación sexual que ha brindado el estado en las instituciones educativas. Esto ha causado que las personas transgénero hoy en día sean sometidas a tratos despectivos, todo tipo de violencias, exclusión y rechazo por parte de la sociedad. Lo que les limita el acceso a la educación, la salud y el trabajo formal y las expone a sobrevivir en un país que ha demostrado ser altamente machista, transfóbico y clasista.
A pesar de todo, el pasado 31 de marzo se celebró a nivel internacional el día de la visibilización trans, donde la comunidad buscaba resaltar la lucha que han tenido que llevar las mujeres y hombres trans por no ser socialmente aceptados y apartados de su participación en la toma de decisiones políticas, que definen en gran parte su inclusión en diferentes ámbitos; recordar a aquellas personas que la misma comunidad denomina como “hermanas y hermanos” y que han sido privados de su vida por la ignorancia de otros sujetos que parecen repudiar la diversidad sexual y de género. Por otra parte, busca dar prioridad a la regulación y libertad de las personas que se dedican al trabajo sexual, que es gran parte de la población y quienes corren aún más riesgo ya que están expuestas a toparse con personas que buscan atentar contra su integridad física y psicológica.
Dicho esto, quiero que el lector de esta columna pare acá un momento y se pregunte ¿Qué es eso tan malo que han hecho las personas trans para vivir en un mundo que socialmente las rechazan y las violentan?, pues por más de que he buscado en diferentes fuentes y le he preguntado a diferentes personas que están abiertamente en contra de la comunidad LGBTIQ+ ninguna logra salir de sus creencias religiosas o de su ideología machista que ha sido implantada a lo largo de la historia.
En Colombia, constantemente se reclama la igualdad y la equidad en temas económicos, educativos, laborales, culturales y políticos. Sin embargo, considero que este tipo de exigencias, en este país que no ha dejado sus ideologías conservadoras, buscan ser aplicadas solo para las personas cisgénero y a las personas trans se les deja en el olvido sin tener en cuenta que durante toda la historia, esta ha sido la población más vulnerada en estas esferas, simplemente por no ir acorde con los lineamientos que han querido imponer desde el inicio de los tiempo por aquellos que de una manera u otra siempre han tenido el poder.
Las opiniones realizadas por los columnistas del portal www.laotravoz.co no representan la identidad y línea editorial del medio. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.