Desde el primer día de gobierno del presidente Duque, se podía vislumbrar el futuro que le esperaría a Colombia cuando aquel 07 de agosto del 2018, la ceremonia de posesión fue entorpecida por la lluvia y los fuertes vientos. Era como una señal de la naturaleza, de lo que se podría esperar en el mandato del Centro Democrático encabezado por Iván Duque, que con su fingida ilustración y ponderación se perfiló como el representante de uribismo más distinguido, y menos radical, pero lo que resultó siendo una característica aparentemente positiva le acabó jugando en contra, pues terminó convertido en el presidente más manipulable y torpe de la historia de Colombia.
Ivan Duque pensaba que gobernar bajo la sombra de Uribe sería pan comido, la gente le creyó el cuento de “más salarios menos impuestos”, pero lo que se está viendo en pleno 2021 es lo opuesto, el país se le salió de las manos precisamente por aumentar impuestos y disminuir los ingresos de los colombianos. Recuerdo bien sus discursos sobradores de como él evitaría convertirnos en una “segunda Venezuela” siempre al lado de su padrino político el expresidente Uribe, que lo veía como un instrumento de poder para él seguir haciendo de las suyas, Duque desde la presidencia y Uribe desde el Congreso. Su primer objetivo fue acabar la paz, objetivo bien logrado, pues hoy, vemos el país sumido en la violencia y su segunda meta sería derrocar al presidente de Venezuela Nicolás Maduro, lo primero lo hizo bien, y lo segundo fue un total fracaso.
Duque quería proyectar su imagen internacional como un gran demócrata velando por los derechos de los jóvenes venezolanos que vivían una dictadura de sangre y fuego, su primer discurso en las Naciones Unidas se enfocó en las atrocidades de Maduro en Venezuela, mientras en Colombia los ciudadanos veíamos con extrañeza como el presidente de nuestro país se preocupaba más por los problemas internos de Venezuela, que por las problemáticas que vivíamos en ese momento. “Al gobierno de Maduro le quedan muy pocas horas” frase célebre de nuestro presidente, que por allá en pleno 2018 sacaba pecho diciendo que él y el cerco diplomático que encabezaba Colombia iba a ejercer presión para que Maduro renunciara, sin embargo, esa estrategia fue un fracaso, tanto así, que primero se va a ir Duque de la presidencia de Colombia que Maduro de Venezuela.
Este presidente se ha caracterizado por hacer ridículos, desde los saludos del expresidente Uribe al Rey de España, los siete enanitos en la ONU, las “cabecitas” en el Santiago Bernabéu, “el periquito, pero del café”, entre otros osos internacionales, quedaban en simples anécdotas graciosos, sin embargo, la torpeza y la incompetencia de Duque le está saliendo al país muy caro.
Desde el primer día de gobierno del presidente Duque, se podía vislumbrar el futuro que le esperaría a Colombia cuando aquel 07 de agosto del 2018, la ceremonia de posesión fue entorpecida por la lluvia y los fuertes vientos. Era como una señal de la naturaleza, de lo que se podría esperar en el mandato del Centro Democrático encabezado por Iván Duque, que con su fingida ilustración y ponderación se perfiló como el representante de uribismo más distinguido, y menos radical, pero lo que resultó siendo una característica aparentemente positiva le acabó jugando en contra, pues terminó convertido en el presidente más manipulable y torpe de la historia de Colombia.
Ser militante del uribismo es un arma de doble filo, donde unos salen bien parados y otros resultan salpicados por el engranaje de corrupción y narcotráfico que enmarca al uribismo. Yidis Medina, María del Pilar Hurtado, General Santoyo, Bernardo Moreno, Jorge Noguera, Andrés Felipe Arias, Diego Palacio, y el “Aboganster” Diego Cadena (que esta semana puede quedar libre por vencimiento de términos) han sido “víctimas” de la empresa criminal llamada uribismo. Todos han tenido que sacrificar su libertad por dejar limpio a su máximo jefe el expresidente y también ex presidiario Álvaro Uribe Vélez.
Ivan Duque va por el mismo camino al llegar al cargo más importante del país, pero su inexperiencia y torpeza al gobernar le está costando demasiado caro. Se convirtió en el mandadero de Uribe, sus Ministros parecen no escucharlo, las fuerzas militares tampoco, nadie en el gabinete lo respeta, es el presidente con menos poder, su imagen internacional es la de un criminal de lesa humanidad, pues el mundo entero ha visto como agentes del estado masacran a población civil desarmada en el marco del Paro Nacional 2021 y el máximo responsable es el presidente, que ve como desde una finca al norte del país un viejito de 68 años es el que ordena a las fuerzas armadas de Colombia.
Duque se convirtió en lo que él quería destruir cuando miraba para Venezuela, la crisis social que hoy afronta el país es histórica, su imagen desfavorable llega casi al 70%, diferentes sectores del Centro Democrático le dieron la espalda, hasta el mismo Exministro Londoño solicitó su renuncia. Cada día el presidente se ve más solo sin apoyo político, sus consejeros parecieran desaconsejarlo, pues todas sus salidas han sido en falso, es impopular y el hazme reír de todo un país, pasó de ser la persona con más poder en Colombia a ser el señor de los memes.
Posiblemente Ivan Duque se convierta en el primer expresidente de la historia de Colombia en ser condenado por su omisión y máxima responsabilidad al ser el jefe de las fuerzas militares. La primera salida después de dejar la presidencia será irse del país, después tendrá que afrontar diferentes juicios ante la Corte Penal Internacional, recordemos que el Senador Ivan Cepeda adelantó una serie de denuncias ante este tribunal internacional por las atrocidades que se están cometiendo en las calles de Colombia, luego, tendrá que afrontar un juicio moral, pues su imagen y su apellido quedarán marcados ante los ojos del mundo como el presidente que vio como en su país noche tras noche asesinaban a sus jóvenes en las calles, un juicio moral que tendrá que pagar Ivan Duque una víctima más del uribismo.