“Por tener contento a un gobierno, asesiné cobardemente a civiles, poniéndoles cruel mente un arma para decir que eran guerrilleros”. Declaraciones del suboficial retirado del Ejército Néstor Guillermo Gutiérrez, para la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP.
En días pasados el país fue testigo de las declaraciones de varios militares que comparecieron ante la JEP sobre el caso número 003 llamado Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado. Militares le confesaron al país que, para mostrarle resultados al gobierno de turno, cometieron crímenes de tal manera que utilizaron civiles inocentes para hacerlos pasar por guerrilleros y de esa forma contarle al mundo que el Estado colombiano encabezado por Álvaro Uribe Vélez le estaba ganando la guerra a las guerrillas.
Tanto es el miedo de Uribe, que hace cuatro años impulsaba una propuesta de derogar la JEP, pues el expresidente sabía que el organismo garantiza verdad y reparación con las víctimas y en los ocho años de gobierno de Uribe, fue el periodo donde más victimas del conflicto se generaron.
Hace cuatro años Uribe impulsó a Iván Duque y el país conoció la crueldad del gobierno Duque con la población vulnerable del país. Cuatro reformas tributarias que afectaron el bolsillo de los colombianos una en plena pandemia, consecuencia a eso, la pobreza, el hambre y la inseguridad aumentó en todo el territorio nacional.
Hoy en pleno proceso electoral, sale de la nada Federico Gutiérrez, un populista de derecha impulsado principalmente por el actual gobierno, el gobierno de los falsos positivos 2.0, de las masacres, de los ridículos internacionales, el gobierno que permitió que el ejercito bombardeara menores de edad, el gobierno que en pleno 2021 se dedicó seis meses a perseguir y a masacrar a los jóvenes del país que salieron a manifestar su inconformidad por la pésima gestión del que dijo Uribe.
Alias Fico, como él mismo se identifica, ha tenido una campaña polémica, toda vez que, en estas últimas semanas se ha conocido sus presuntos nexos con la oficina de Envigado, le ha mostrado al país lo iletrado que es, desconociendo estructuras básicas de economía y gobierno, adicional a ello ha mostrado una postura guerrerista, aplaudiendo y felicitando las acciones arbitrarias del ejército, como la última masacre que se presentó en Puerto Leguizamo en Putumayo, donde el ejercito asesinó a 11 presuntos integrantes de las disidencias de las FARC, dos de ellos eran menores de edad y otros dos era población civil incluyendo una embarazada.
En este operativo el ejército violó una serie de derechos, pues pasaron por alto los protocolos mínimos de derechos humanos como consecuencia, uniformados ingresaron a un bazar disparando sin hacer ninguna advertencia, no se presentó fuego cruzado, no hubo un previo ataque, simplemente entraron con la instrucción de asesinar.
Este tipo de acciones son las que alias Fico aplaude y seguramente va a promover en un eventual gobierno continuista, continuará con el legado de Uribe, y con el legado de Duque, donde su objetivo principal será enterrar definitivamente el acuerdo de paz y seguir promoviendo la guerra como lo ha venido haciendo el actual presidente Duque.
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