“Una fantasía sexual puede definirse como cualquier imagen mental sexualmente erótica o excitante que tiene una persona. Puede ser una historia elaborada o un pensamiento fugaz sobre alguna actividad sexual, involucrar situaciones bizarras o ser muy realista, construirse a partir de recuerdos o ser una experiencia completamente ficticia, ocurrir espontáneamente o producirse intencionalmente, asimismo tomar lugar fuera o durante alguna actividad sexual, como masturbarse, ver material pornográfico o mantener relaciones sexuales” (Hicks & Leitenberg, 2001). ¿Cuándo una fantasía produce excitación o te lleva a sentir sensaciones placenteras?
¿Las fantasías para que sirven?:
- Expresar deseo.
- Ayuda a aumentar la excitación sexual.
- Se puede conocer de manera más íntima.
A veces las fantasías se pueden compartir en pareja o individual, resultan enriquecedoras en la relación, otras veces se forman en juego para la pareja dado esto como juego. Es importante recordar que NO todas las fantasías que se tenga se tienen que llevar a la acción, el limite lo pones tú y el mutuo acuerdo que tengas con tu pareja
Qué tipos de fantasías existen según Moral de la Rubia, José (2010) :
Fantasías sexuales íntimas: pueden ser fantasías con contenido romántico o excitante que pueden incorporarse en la práctica.
Fantasías exploratorias: Estas incluyen elementos nuevos como juguetes, intercambios de pareja, trios, etc.
Fantasías sadomasoquistas: Basadas en el poder en las que se producen sometimiento o dominancia.
Fantasías placenteras: Situaciones en la cuales se realizan actividades como: sexo oral o anal como elemento excitante central; lugar inusual: como elemento más excitante.
Exhibicionismo: Se realizan actos sexuales en lugares públicos donde exista el riesgo de ser descubiertos.
Lo que a cada uno le guste es personal, descubre y explora qué te gusta y hasta donde te sientas más cómodo, el límite es tu imaginación.