Por: Daniel Castro
La política colombiana y en general la historia de nuestro país ha estado marcada por las divisiones, ha estado marcada por las diferencias casi que insolubles entre los mismos colombianos.
Con la consulta anticorrupción del 26 de agosto se ha presentado un hecho político muy importante; en las pasadas elecciones presidenciales realizadas el 17 de junio del año en curso, el candidato Gustavo Petro en segunda vuelta y quién fuera el candidato de la izquierda sacó poco de 8’000,000 (ocho millones) de votos, mientras que Iván Duque el candidato del centro democrático y las maquinarias políticas sacó aproximadamente 10’300.000 (diez millones trescientos mil) votos.
La consulta popular anticorrupción se convierte en el hecho político del año, por primer vez en la historia de nuestro país, en la historia de Colombia se configura un nuevo pensamiento social y político que se enmarca en una nueva generación y una necesidad de cambio para el país.
Es importante tener en cuenta que salieron a votar más de 11 millones de personas, esas once millones de personas si lo queremos analizar ó comparar con la última elección presidencial podríamos decir que son poco más de los votantes de Iván Duque ó más de los votantes de Gustavo Petro, es decir, que un sector muy importante de la izquierda colombiana, el centro político colombiano y una parte de la derecha política colombiana se unieron en una causa común, en una misma bandera.
Esto marca una tendencia muy importante para el país de cara a lo que es el futuro político, dado que nos muestra que existe una posibilidad de trabajar sobre unas causas comunes, de acabar esas diferencias y esas divisiones que nos llevaron a pasar por la guerra de los mil días, la patria boba e incluso el conflicto con las Farc quién se convirtiera en la guerrilla más antigua del continente.
Llegó el momento para el país, más de 11’000,000 (once millones) de votos de sectores de izquierda, centro y derecha que confluyeron en una misma causa quieren que los actores políticos se sienten a construir de cara al país un gran y verdadero pacto por Colombia, un gran pacto para trabajar iniciativas que no sean ni de izquierda ni de derecha sino que beneficien a la gente, a los y las ciudadanas de a pie.
Es el momento que el Senado de la República en pleno no sólo acoja este mandato popular, sino que es el momento también que Álvaro Uribe Vélez, el Centro Democrático, el presidente Iván Duque y todos los denominados sectores alternativos y de centro se sienten a construir ese gran pacto que es la puerta de entrada a finalizar la polarización y materializar la construcción de una nueva nación que se desarrollará con los nuevos liderazgos, nuevos procesos políticos que son capaces de conversar con sectores afines y sectores no afines en pro de un mejor y más incluyente país.
Por todo esto, estamos a la puerta de entrada del futuro real de Colombia, estamos en la puerta de un país de consensos y no de caudillos, de un país por todos y para todos y todas, de un país donde las ciudadanías libres se expresen, de un país en paz, más justo y donde realmente el futuro sea de todos y todas