Por: Horacio Duque
En reciente columna hacíamos referencia a la cadena de irregularidades que se dan en la Universidad del Quindío a propósito de los procesos de liquidación y reliquidación de las pensiones de los docentes y funcionarios administrativos de dicha institución (Ver https://otravoz.co/universidad-del-quindio-es-otro-foncolpuertos/ ).
Por la manera perversa como se realizan allí esos trámites acudimos al nefasto caso de Foncolpuertos para ilustrar el foco de corrupción en que se convirtió este centro de educación superior regional en el que se utilizan toda clase de tramoyas y legalismos espurios para favorecer con multimillonarias pensiones a los integrantes de la rosca de poder que encabeza el actual Rector Echeverry Murillo.
Para descalificar la grave denuncia que ya es de conocimiento público las directivas de la Universidad recurrieron a la estigmatización y el señalamiento para montar así una cortina de humo con el fin de desviar la atención de la comunidad y de los factores influyentes en la opinión pública.
Con el Sindicato de trabajadores de la Universidad hemos ampliado las denuncias hasta pedir el concurso de las autoridades judiciales y de la Procuraduría para que se ponga término a la cadena de ilicitudes y de actos criminales que hasta el momento se cubren con el manto de la impunidad.
A raíz de la petición que hemos hecho a la Procuraduría para que se adopten medidas de protección por las amenazas hechas desde las directivas de la Universidad contra quienes hemos hecho las denuncias conocidas, se nos ha convocado por altos funcionarios de la Fiscalía para informarnos de las investigaciones penales contra los actuales directivos de la Universidad, procesos que adelanta la Fiscal 20 Seccional de la Unidad Anticorrupción.
Esas investigaciones y las determinaciones que se adopten prontamente tendrán gran impacto en la lucha contra la corrupción en la administración pública departamenal.
No es cierto que esa institución sea una “república independiente” conformada desde una equivocada interpretación de la autonomía universitaria.
Tan cierto lo que decimos es que recientemente el Tribunal Administrativo del Quindío admitió una demanda contra la designación como Rector del señor José Fernando Echeverry por haber sido nombrado para ese cargo por el Consejo Superior a sabiendas de las inhabilidades de todo orden en que está incurso el mencionado burócrata.
Echeverry es un sinvergüenza descontrolado, al igual que su rosca de Vicerrectores, empezando por Polania Obando, comprometido en conductas que se apartan del ejercicio civilizado y legal de la administración pública.
La Universidad del Quindío necesita del control y la auditoria social, pues allí hay enormes recursos presupuestales e institucionales de la sociedad y el Estado que son objeto de la depredación y el desvío para favorecer intereses particulares y metas de enriquecimiento ilícito.
Lo de la Acreditación de alta calidad de esta institución es pura propaganda y bombo de Echeverry y Polania para justificar su despilfarro en los multimillonarios viáticos que se echan al bolsillo en viajes semanales por varios países del mundo sin una sólida justificación (La semana pasada estaba en una larga correría por el Brasil sin mayor justificación).
El Ranking de las universidades publicado recientemente coloca a la del Quindío en los peores lugares académicos y científicos del país.
Es muy pobre y mediocre el desempeño académico e institucional de la UQ. Su sistema de gobierno es una vulgar satrapía ejercida con métodos autoritarios y de grotesco soborno.