Colombia está entre los países de mayor desigual social del mundo, donde según los datos oficiales los ingresos del 27% de la población colombiana no le alcanzan para comprar la canasta básica de bienes alimentarios, y esos alimentos no son de buena calidad ni satisface las necesidades mínimas esenciales de estas familias.
Al menos 9 millones de personas son pobres, sobreviven en paupérrimas condiciones economías y sociales, de una población de cerca de 50.000.000 de habitantes. Mientras los congresistas colombianos que en la actualidad son 268, obtienen unos ingresos mensuales más $ 42. millones, el estado también les paga el servicio de telefonía celular de unos 900 minutos mensuales, les da servicios de transporte blindado con chofer y escolta, les sufraga los tiquetes de avión a nivel nacional e internacional en clase ejecutiva, más gastos de representación etc.
Mientras 11 millones de colombianos ganan menos de un salario mínimo o sea menos de $ 869.453 con este irrisoria cuantía, una familia promedio de 5 personas, deben comprar alimentos, pagar alquiler de vivienda, salud, transporte, vestuarios, telefonía, educación y un sinnúmero de gastos. La mayoría de los colombianos han vivido literalmente en pobreza absoluta, esa desigual social nos ha sumidos a constante, cruda violencia e inseguridad.
La violencia es directamente proporcional a la pobreza, a la desigual social, a la falta de oportunidades de trabajo, a la carencia de educación, de salud y al alto grado de corrupción, que es permeable a todas las instituciones y a la misma sociedad; se ha demostrado que en este país cada año que las relaciones fraudulentas entre la empresa privada, políticos y gobernantes corruptos le roban unos 50 Billones de pesos al erario público, esto sin contar los demás maniobras ilegales que realizan muchos ciudadanos, las mermeladas, coimas etc. Donde se ha perdido los principios, valores y la ética. Ya es común de esta sociedad aceptar la corrupción como un patrimonio de los políticos y gobernantes.
Colombia no requiere de más cárceles, fiscales, jueces, ni policía; aquí el problema es la enorme brecha entre ricos y pobres, la injusticia social, la inoperancia de la justicia, la falta de educación pública, la distribución equitativa de la riqueza entre otros factores esenciales para una convivencia en armonía.
La paz no se consigue solamente persiguiendo a los actores de la guerra, a la delincuencia organizada, ni con diálogos con unos pocos grupos armados al margen de la ley; se requiere un cambio radical de las mentalidad de los gobernantes y de la misma sociedad, los primeros que no utilicen el poder para delinquir y los segundo que aceptan la miseria y la injusticia como un mandato de Dios.
A su vez Colombia está entre los países de mayor diversidad de fauna y flora del continente, es el único país de sur américa que cuenta con dos mares por donde se exporta e importa mercancías, también posee en forma simultáneamente la diversidad de climas que contribuye a la riqueza agropecuaria, tenemos un subsuelo rico de minerales, oro, plata, esmeraldas, petróleo etc. Etc. Es un país muy rico en todo, pero la mayoría de la riqueza de concentra en pocas manos privadas.
Este país podría ser la despensa del continente, pero lo insólito que aquí muere anualmente centenares de niños y ancianos de hambre, todo por falta de gobernantes honestos, con vocación de servicio, con verdaderos programas sociales, de lo contrario seguiremos siendo un enjambre violento, donde impera la miseria, la muerte y la zozobra.
Por: Luis Carlos Lozano Ospitia;
Escritor, abogado y columnista Colombio español.