Por: Horacio Duque.
Voto en blanco en masa tanto para gobernación, como para Asamblea, para alcaldías y concejos es el dato principal de los resultados electorales del pasado 27 de octubre en el Departamento del Quindío, en Armenia y los restantes 11 municipios.
También alta abstención y fraude en las urnas mediante la manipulación de los formularios E-14, para robarle la representación a los indígenas de AICO en Armenia y a su candidato al Concejo de Armenia, el destacado biólogo y líder de las comunidades Roberto Palchukan. A la corporación municipal de la capital del Quindío regresaron las viejas y arraigadas mafias políticas del clientelismo, la corrupción y el saqueo de los dineros del fracasado programa de valorización.
Desafección, desilusión y escepticismo político entre la ciudadanía cafetera como consecuencia del descalabro administrativo y ético del Cura Osorio en la Gobernación, del robo a las regalías ejecutado por la ex gobernadora Hurtado y por el saqueo del Programa de Valorización, que tiene hoy en la cárcel a varios alcaldes, ex funcionarios, lobistas y ex contratistas de obras civiles de Medellín.
El panorama es bastante oscuro y puede degradarse aún más.
A la alcaldía de Armenia llega el señor José Manuel Ríos, un conocedor de temas bancarios, con una muy pobre votación, cercana a los 28 mil votos (el anterior alcalde fue escogido por 80 mil personas) y con el apoyo de grupos muy turbios.
A lo largo del anterior proceso electoral se denunciaron las peligrosas movidas de la ex gobernadora Sandra Paola Hurtada, sometida a un prolongado juicio criminal por la Fiscalía a raíz del despojo de las regalías petroleras ocurrido en su administración como gobernadora del Quindío. Juicio que, por lo demás, se ha dilatado sospechosamente tomando el rumbo de la impunidad.
En esas condiciones de impunidad, Hurtado (Y Toto su marido), desplego todo su arsenal e infraestructura de poder desde la Hacienda La Estampilla, en Roldanillo, Valle del Cauca, y desde lujosos clubes sociales de Pereira, para imponer en la Alcaldía a su viejo socio y copartidario José Manuel Ríos.
Por Armenia y sus barrios, como por todo el país, corrió mucho dinero para comprar la débil votación que apalanco a Ríos como nuevo burgomaestre de la capital departamental.
Así que en el próximo periodo (2020-2023) tendremos una alcaldía capturada por las mafias burocráticas y del narcotráfico del Cartel del Norte del Valle.
Desolador este escenario.
Todo puede suceder en adelante si la ciudadanía no se organiza y denuncia.
Lo de la Valorización será un juego de niños frente a lo que se puede venir. Negocios turbios con las Empresas Publicas de Armenia para privatizarla, imperio de las economías ilegales, desinstitucionalización de la administración municipal, terror político del sicariato, atropellos, componendas clientelares con las roscas edilicias, perdida de los dineros de valorización, favoritismo con las mafias inmobiliarias, destrucción del Paisaje cultural cafetero, deterioro de las 54 quebradas de la ciudad, aguas contaminadas, discrecionalidad en el gobierno, coimas a granel y menudeo, más pobreza, más miseria, más desempleo, quiebra de la salud, baja calidad educativa y deserción en masa e imperio del despotismo autoritario porque la democracia y sus mecanismos se tornaran inocuos e inútiles.
Grave todo esto.
Hay que prender las alarmas.
Ríos de alcalde es el regreso de Sandra Paola Hurtado y de su marido Toto con todo lo siniestro que representan para la vida publica local.