No eran reyes sino simplemente unos vagos los del 6 de Reyes
No siempre el primero que abre la boca es el que dice la verdad. Casi siempre quien primero parla es el verdugo, quien interroga a su víctima. Los autores de esta columna no somos videntes –porque veamos más que los demás– ni videntes –porque tengamos dos dientes–. ¿A qué viene