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A propósito de la cuarentena, resulta sorprendente lo popular que se volvió la aplicación tik tok que hasta finales del 2019 ya contaba con 1.500 millones de descargas, según la firma Sensor Tower.
Es evidente que han cambiado los tiempos, pues antes nuestros padres nos ridiculizaron exhibiendo las fotos familiares. No faltaba una reunión con nuestra familia y que llegará la hora de las fotos, y ahí estaban las vergonzosas fotografías, que como dirían algunas abuelas mostraban el recadito (las partes íntimas).
Hoy en día, no resulta extraño ver la foto de las ecografías tanto en facebook como en instagram, festejando a los futuros padres, que desde temprana edad hacen públicos a sus hijos, hay incluso algunos padres que no dejan pasar ni un día y ya están mostrando su pequeño retoño ante el mundo.
Al respecto, me hace pensar en esos adultos que de bebés fueron las portadas de revistas o los protagonistas de comerciales de pañales y gracias a esto mostraron sus nalguitas a una infinidad de desconocidos. muchos de ellos hoy en día, le harán reproches a sus padres por lo bochornoso que puede llegar hacer en su adultez. Lo bueno, quizás es que luego verían ganancias de esa publicidad que hicieron inconscientemente.
Actualmente, con la llegada de las redes sociales, parece que todo se basa en la búsqueda de un likes y mostrar lo divertidos que suelen ser nuestros hogares, parece que se disfruta ridiculizar a los suyos, con retos o challenges, tales como hacerle una broma con una botella y mojarles la cara, disfrazarse de monstruo y matarnos del susto, coreografías de bailes chistosos, etc.
Tik tok fue creada en el 2016 en China, ha sido una herramienta en entretención en los hogares a nivel del mundo. si bien su target (público objetivo) está entre jóvenes y adolescentes menores a 24 años, no es raro ver adultos y ancianos siendo parte de los videos de tik tok.
Con el covic-19, tik tok se ha convertido en todo furor en internet, esta aplicación permite desde la misma app grabar y subir videos, sobreponer videos sobre audios reconocidos o viralizados, añadir máscara de rostro o efectos especiales y stickers en 3D con la ventaja que es gratuita, bueno “gratuita” porque sabemos que nada es gratis y menos en internet, pues la forma de pagar es por medio de nuestros datos e información.
Aunque la app ya ha sido investigada y por poco tiempo prohibida en algunos países al considerarla una amenaza para la seguridad al comprobar que había almacenado información de menores de edad, no a perdido su popularidad y continúa en el puesto número tres de las apps más descargadas seguida de Whatsapp y messenger.
Si bien resultan divertidos la mayoría de estos videos para muchos de nosotros, me pregunto qué sentirán muchos de estos niños en unos cuantos años, suponiendo que superemos esta pandemia, pues no hay que tener dos dedos de frente para notar que muchos de estos videos resultan ser bastante vergonzosos para muchos de estos menores. Con una gran diferencia, con respecto a quienes éramos exhibidos en los álbumes familiares. solo nos veían nuestra familia y conocidos más cercanos.
Muy diferente a lo que pasa en una red social y en esta app, si tienes mucha suerte, hablando del quien realiza y publica el video, se viraliza y va tener millones de visualizaciones y likes a nivel mundial. A diferencia del menor que quedó expuesto y va dejar su huella o mancha en la gran red que es el internet. Una mancha que, por cierto, resulta casi imborrable. La cual en algún momento puede ser generadora de burlas y en el peor de los casos de matoneo.
No sé hasta dónde estemos dispuestos a llegar para ganar me gusta en el cibermundo, pero si es de pensar en lo abusivo que resulta ridiculizar a nuestros niños, aprovechándose de su inocencia y poca conciencia que tienen de estar expuestos en mundo del internet.
De acuerdo al código de infancia y adolescencia, hay toda una normativa para Protección de la imagen del menor con respecto a los medios de comunicación, dónde para publicar una foto o vídeo debe de haber una autorización escrita para la exposición del menor en espacios públicos, como un diario, revista y actualmente en internet.
El problema no es tik tok, pues en todas las redes sociales nos enfrentamos a diario al reto de saber que debe o no ser público.
Indiscutiblemente la protección de la imagen de cada menor debe de ser por parte de sus padres o su representante legal, pero ¿Quién controla a estos padres que están locos en busca de Me Gusta y visualizaciones?
Por: Jennyfer González