El exjefe del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Uraba, ACCU, aseguró desde Atlanta, Estados Unidos, en su segundo día de audiencia ante la Jurisdicción Especial para La Paz, JEP, que, el Ejército combatió con ellos día y noche en 1999 para que las FARC no se tomaran el campamento central de Carlos Castaño entre Tobala y El Diamante, en el alto Sinú en Tierra Alta, Córdoba.
El exjefe de las ACCU aseguró que en esa gigantesca operación participaron más de mil hombres de las Autodefensas que llegaron hasta el Alto Sinú desde diferentes partes: »Raul Hasbún llevó sus hombres, también El Alemán. La coordinación estuvo a cargo de un Mayor López del Batallón Junín de la Brigada 11 quien habló con Rodrigo Doble Cero». Mancuso también le dijo a la JEP que ellos tenían varios hombres desmovilizados de las FARC que les pasaban información importante sobre los frentes 5, 18, 57 y 58 de las FARC que operaban en el norte de Antioquia, Córdoba, Sucre y y en toda el área de Urabá.
También le indicó a los magistrados de la JEP que »no hay ningún oficial superior que pueda decir que no me conoció, que no realizó o planeó operaciones conmigo. Es que fue con todos. Nosotros íbamos a los batallones o a las brigadas y sobre la mesa planeábamos estratégicamente cómo sacar a la guerrilla de zonas de interés para nosotros y para el país».
Mancuso narró como durante más de 24 horas »se perdió armamento, fusiles, ametralladoras, luego las logramos recuperar y quitarle armamento a las FARC. Yo ese día sobrevolé todo el tiempo, sacando heridos, muertos, ese fue el papel que yo jugué dentro de esa operación que fue de emergencia y no se pudo planear’‘.
Mancuso recordó que fueron los pilotos de la Policía, del Ejército y de la Fuerza Área quienes lo enseñaron a volar: »Los pilotos de la Fuerza Aérea llegaban 15 días de comisión y tenían 15 días libres. de esos 10 los utilizaban para enseñarme a volar. Uno de esos fue Andrés Angarita, quien después fue comandante de un frente nuestro», contó a la JEP.
LA TOMA DEL CATATUMBO
Mancuso también señaló al Mayor General Carlos Fernando Roa, director de Inteligencia del Comando General de las FFMM, como el responsable directo para que el proyecto paramilitar se tomara el Catatumbo entre los años 2000 y 2001. »Roa nos dijo en mayo de 1999 que él coordinaba todo. Habló con todos los comandantes en diferentes departamentos, Cordoba, Sucre, Bolívar, Cesar, Magdalena, Norte de Santander para que nos pusieran problema».
En sus aportes a la verdad también añadió que fue Jorge Iván Laverde, alias El Iguano, el encargado de reconstruir unos viejos hornos y utilizarlos para cremar y así desaparecer a las víctimas de la autodefensas en el Catatumbo porque »el comandante Castaño había dado la orden de que teníamos que desaparecer a estas personas», señaló Mancuso.
Mancuso advirtió que ‘‘fue la Fiscalía y los militares los que poco después nos pidieron por temas de Derechos Humanos que ya no podíamos seguir haciendo esto», y agrega el exparamilitar que fue entonces cuando decidieron cruzar los cuerpos a territorio venezolano, con permiso de las autoridades militares de ese país, para arrojarlos a ríos o enterrarlos en fosas comunes en áreas del estado Zulia. »A mí me gustaría ir hasta allá y poder ayudar a recuperar los restos de esos cuerpos y que se les entregaran a sus familiares. es un tema que me duele mucho».
Mancuso nombró al entonces coronel Matamoros, comandante del Grupo Mecanizado General Maza, con sede en Cúcuta, como un apoyo importante que tuvo en esa región y ante la pregunta de la JEP de que otras unidades lo apoyaron aseguró que trabajó con el Batallón de Contraguerrillas 46 ‘Héroes de Saraguro’, y con la Fuerza de Tarea Catatumbo, con sede en Tibú.