Durante un conversatorio entre la alcaldesa Claudia López y los secretarios de Educación y Cultura, Edna Bonilla y Nicolás Montero, respectivamente, se dio a conocer el nuevo plan de lectura, escritura y oralidad ‘Leer para la vida’.
El plan se propone, entre otros, mejorar los índices de lectura en la ciudad, poner en marcha el Plan Maestro de Bibliotecas de Cobertura Territorial y fortalecer los procesos de lectoescritura de 225 mil niñas y niños de colegios públicos.
Uno de los hábitos más importantes del ser humano, que abre puertas al conocimiento y permite desplegar las alas a la inspiración y la imaginación, es la lectura. Por ello, el nuevo plan de lectura, escritura y oralidad ‘Leer para la vida’ 2021-2023 es la apuesta del Distrito para promover, formar, desarrollar y fortalecer las competencias lectoras de los bogotanos para que tengan una vida enriquecida en los ámbitos íntimo y personal para transformar el entorno.
A través de diferentes estrategias y acciones, el plan también le permitirá a la ciudad mejorar los índices de lectura y el acceso a los libros en condiciones de igualdad para todos sus habitantes.
Nicolás Montero, secretario de Cultura, Recreación y Deporte, precisó que “los procesos de creación son fundamentales ya que, en la medida que tengamos un mayor sentimiento por la lectura, podremos tener distintas formas de evolución y consumos diferentes. Tenemos la certeza de que la comprensión de la lectura es vital para el progreso de cada niña, niño, joven y adulto”.
Por su parte, Edna Bonilla, secretaria de Educación, expresó que, a través de estas apuestas de ciudad, se busca “una transformación pedagógica que consiga que los estudiantes de los colegios del Distrito lean, escriban y se comuniquen como corresponde de acuerdo con su edad y grado académico y que, sobre todo, contribuya a generar una ciudadanía lectora, informada y crítica”.
De esta forma, se proponen varias acciones, entre las que se destacan: poner en marcha el Plan Maestro de Bibliotecas de Cobertura Territorial, de manera que toda la ciudad tenga acceso a los servicios bibliotecarios y la lectura llegue a cada ciudadano.
Así mismo, fortalecer la Escuela de mediadores de BibloRed que desarrollará procesos de formación y mediación para grupos poblacionales diversos y en diferentes niveles: maestros, madres y padres de familia, jóvenes, población no escolarizada, tercera edad, personas con capacidades especiales, entre otros.
Además, adelantar acciones en el marco de una estrategia de cultura digital e innovación que fomente la movilización y los vínculos de los ciudadanos con la cultura escrita, lo que implica generar espacios de diálogo, debate y encuentros alrededor de la lectura, la escritura y la oralidad.
Para el sector educación es una prioridad que las niñas y niños de la ciudad lean y escriban bien antes de los 8 años. Para lograrlo, se implementará el Plan de Fortalecimiento de Lectoescritura en 200 colegios, llegando así a aproximadamente 225 mil estudiantes de grados 1º a 3º, con el acompañamiento de 2.500 directivos y docentes, quienes tendrán la formación para fortalecer sus ambientes de aprendizaje y generar innovaciones educativas en la enseñanza de lenguaje.
Al respecto, la secretaria de Educación precisó que uno de los retos de ‘Leer para la vida’ es “mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje desde el fortalecimiento de los ambientes de aprendizaje innovando las prácticas educativas, que no solo involucran al estudiante y al maestro sino también a las familias. Vamos a trabajar en la activación de diferentes espacios del encuentro con el libro, la lectura y la escritura”.
En la pandemia, ¡se lee!
A través de la estrategia BibloRedEnMiCasa, Bogotá ha llevado la lectura a los hogares de los bogotanos para acompañarlos durante el asilamiento preventivo y hacer más llevaderos los impactos de la pandemia.
Desde el inicio de la emergencia, se han registrado 923.795 visitas a la Biblioteca Digital de Bogotá, 424.504 asistentes a actividades digitales y se han prestado 24.865 libros a domicilio.
La lectura, la escritura y la oralidad son un derecho de todos y su ejercicio permite a los ciudadanos resignificar y dignificar la vida, fortalecer los lazos con los demás y dar nuevas interpretaciones a la realidad que nos rodea.