El mundo se estremeció el 7 de junio de 2.021, con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, a quien en la madrugada de ese día le llegaron hombres armados, lo torturaron para que renunciara y luego lo mataron al no acceder a sus exigencias. Su esposa también fue baleada y, como consecuencia de estas heridas, terminó en un hospital del país caribeño.
El presidente había anunciado un posible golpe de estado y hasta su asesinato, responsabilizando a empresarios de su país que estarían molestos por decisiones suyas, al eliminarle privilegios o querer quitarles monopolios en negocios estatales, dijo en una entrevista al diario El País de México, meses antes del atentado. (1)
Pero lo que más llamó la atención fue la detención, por parte de las autoridades con ayuda de ciudadanos, de 15 militares retirados colombianos y dos ciudadanos norteamericanos, 2 mercenarios colombianos habían fallecido en enfrentamientos, 8 habían escapado, y 6 de ellos se mantienen aún en fuga. También arrestaron, James Solages y Joseph Vincent, 2 ciudadanos norteamericanos que participaron en la operación mercenaria. (2)
¡26 colombianos! Eso no es gratuito, que un comando de mercenarios haya llegado a una nación a asesinar a su presidente obedece a un plan milimétricamente calculado y financiado. Cabe aclarar que cada país debe resolver sus problemas internos sin injerencia de ningún extranjero. El periodista y sociólogo Lautaro Rivara dijo desde Puerto Príncipe que 6 mercenarios, 2 con rango de sargento, serían militares activos colombianos, reseñó Caracol radio. (3)
Y de este episodio solo nacen algunas preguntas:
¿Fueron por iniciativa y financiación propias?, y si es así ¿con qué fines fueron? En caso contrario ¿quién los contrató?, ¿empresarios haitianos?, ¿fuerzas armadas haitianas?, ¿quién financió el viaje de 26 mercenarios desde Colombia?, ¿quién les proveyó las armas y los pertrechos?, ¿quién les facilitó el transporte desde Colombia?, ¿quién les facilitó los documentos de traslado?, ¿en Colombia hay sectores económicos o políticos involucrados? y ¿qué hacían dos ciudadanos norteamericanos en la operación?. Con el pasar de los días es posible que algunos de estos interrogantes tengan respuesta. En las últimas horas se ha conocido quien fue el empresario que contrató a los mercenarios y las autoridades de Haití, detuvieron al posible autor intelectual del asesinato. Y nace una inquietud nacional, ¿si en Colombia eligen un candidato contrario a los intereses de los que mandan, lo van a matar?
Este hecho, además de ser una vergüenza mundial y un descrédito para nuestro país y su gobierno, demuestra como los sectores de extrema derecha quieren apoderarse del continente a sangre y fuego. En el pasado reciente, la fiscalía de nuestro país estuvo involucrada en un, también infortunado, episodio de incidir en las elecciones de Ecuador.(4)
El diario El Espectador publicó un artículo titulado “Los escándalos que involucran a mercenarios colombianos en el mundo”, fechado el 9 de julio de 2.021, en el que relatan muchas acciones en los que “este nuevo renglón de exportación” ha hecho de las suyas en diferentes países. (5)
Pero lo más aterrador del incidente mortal en Haití, es el manejo que le ha dado tanto la prensa tradicional como los partidos políticos y el gobierno. Minimizando el hecho y hasta “lavándole la cara”, como se dice coloquialmente, a los mercenarios y al hecho en sí.
Argumentos como: “Los colombianos llegaron después de la muerte del presidente” o “No sabían a lo que iban” o “Los contrataron empresas de seguridad” y “Fueron por hambre porque aquí no tenían que comer”, “que los engañaron”, “que fueron utilizados por la policía haitiana” son algunos de los sofismas con que quieren rebajarle importancia. La esposa del presidente de Haití envió un mensaje desde el hospital en el que dice que quienes asesinaron a su esposo fueron los mercenarios, aclarando el hecho (6). Viendo quienes son los militares activos y retirados que participaron en el affaire, han pertenecido a batallones de contra guerrilla, a fuerzas especiales, al bloque de búsqueda y otras especializaciones, se pregunta uno ¿Es posible engañar a esas personas con esa estructura militar y un gran entrenamiento fisico y profesional?
¿Es que el gobierno, los partidos y la prensa no se dan cuenta del daño que le ha hecho a Colombia este suceso o no les importa en lo más mínimo?, porque parece que son más importantes los intereses de ellos y su forma de pensar y de actuar que el interés de toda una nación.
Pero es que pareciera que no solo hay mercenarios, también espías, como nos lo cuenta el portal elciudadano.com: “Espionaje colombiano en Europa: Agentes secretos de Uribe son enjuiciados en Bruselas”, en el que hace un pormenorizado relato de una historia que se ha borrado de la memoria de los colombianos y nadie más hace referencia al mismo (7). Esto relata El Espectador con un episodio similar en España: “Uribe fue demandado en España por presunto espionaje de 20 personas” (8), y el portal Notimérica: “Colombia/España.- Una ONG pide al embajador colombiano que dé explicaciones sobre el espionaje del DAS en España” (9).
Y es que el comportamiento de este gobierno con los colombianos pobres, su jefe natural y sus partidos aliados es de ese corte y con matices muchos más sangrientos. Recordemos lo que ha pasado con el actuar de la fuerza pública en contra de los manifestantes, en su mayoría jóvenes sin futuro, en los que los ataca sin piedad. Con la teoría que son el “enemigo interno” se va con todas las acciones de una guerra desigual, como si estas personas que solo quieren una oportunidad, en un país que históricamente los ha tratado como ciudadanos de quinta categoría, no tuvieran ningún derecho, porque los dueños de los poderes políticos y económicos no los quieren reconocer como ciudadanos.
Pero en un pasado no muy lejano, en los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, no fue diferente. Se han conocido declaraciones de ex paramilitares en los que se describen hechos que hielan la sangre. El ex jefe Hebert Velosa alias H.H., en una entrevista para la W, dice que mataron mucha gente inocente, entrevista que reproduce El Espectador (10). En recientes declaraciones el jefe máximo de las autodefensas Salvatore Mancuso, no se ha quedado atrás, El Espectador reproduce algunas: “Eran pedidos desde el Estado”: Mancuso habla de los magnicidios a manos de las AUC (11), con respecto al asesinato de Jaime Garzón, Pluralidad Z dice: “Salvatore Mancuso reveló que asesinato de Jaime Garzón fue por orden y en complicidad con el Estado” (12). También militares han contado como se hicieron ejecuciones extrajudiciales en Colombia, la W reproduce: “Las declaraciones del coronel Henry Acosta sobre la práctica de falsos positivos” (13), para mostrar solo unos pocos artículos al respecto.
Lo que se conoce hasta el momento es que hubo 6.402 asesinatos de personas en los dos periodos de Uribe. La revista virtual Crisis lo resume así: “6.402 Falsos Positivos de la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe Vélez” (14), y el portal virtual Razón Pública destaca: “Las cuentas sobre los falsos positivos: la tarea pendiente de la JEP” (15). Como sería de grave lo que pasó, que en un pronunciamiento anterior a conocerse oficialmente las primeras cifras de los muertos por la acción del estado en manos de la “Seguridad Democrática”, la Corte Suprema le reclamó a la sociedad colombiana, en el 2.016, la complicidad con el accionar de los paramilitares, así lo reseñó El Espectador: “El duro reclamo de la Corte Suprema a los colombianos por permitir el accionar de los paramilitares” (16).
La Jurisdicción Especial para la Paz, en fecha reciente, en una decisión sin precedentes y de las más importante de los últimos tiempos, le imputó cargos a 10 militares y 1 civil, por los mal llamados “falsos positivos” que no son otra cosa que ejecuciones extrajudiciales, de 120 personas entre 2.007 y 2.008 en el Catatumbo, Norte de Santander. Esto fue lo que dijo la JEP: “Los imputados, identificados como máximos responsables en la modalidad de liderazgo por haber dado órdenes sin las cuales las conductas criminales no hubieran tenido lugar de forma sistemática y generalizada, son el brigadier general Paulino Coronado Gámez quien fue el comandante de la Brigada 30; los coroneles Santiago Herrera Fajardo y Rubén Darío Castro Gómez, antiguos comandantes de la Brigada Móvil 15 (BRIM15); el teniente coronel Álvaro Diego Tamayo Hoyos, antiguo comandante del Batallón de Infantería No. 15 ‘General Francisco de Paula Santander’ (BISAN) de Ocaña, el teniente coronel Gabriel de Jesús Rincón Amado, exoficial de operaciones de la BRIM15 y el mayor Juan Carlos Chaparro Chaparro, excomandante del BISAN.
Por haber contribuido de manera amplia y efectiva en la ejecución de conductas de particular gravedad, la JEP también imputó a los antiguos oficiales de inteligencia de la Central de Inteligencia de Ocaña (CIOCA): el capitán Daladier Rivera Jácome y al sargento segundo Rafael Antonio Urbano Muñoz; así como al sargento segundo Sandro Mauricio Pérez Contreras quien fue jefe de la sección de inteligencia del BISAN, al cabo primero Néstor Guillermo Gutiérrez Salazar, excomandante de escuadra en la BRIM15 y al tercero civil Alexander Carretero Díaz, quien trabajó como colaborador de las dos estructuras militares”. (la negrilla y el subrayado son míos)
120 personas en una sola región y en un periodo muy corto de tiempo, lo que hace prever que lo que pasó con los 6.402 asesinados deberá conocerse pronto, en la medida de que las investigaciones de la JEP avancen. Con razón algunos políticos y su jefe están tan preocupados y quieren acabar la justicia transicional a como dé lugar. No están interesados en que se conozca la verdad y se sepa quién es en realidad este personaje y el daño que le ha hecho al país.
Todos estos hechos lo que dejan ver es que lo ocurrido en pasados días en Haití, no es un hecho aislado, es una conducta normalizada en las fuerzas militares de nuestro país, impulsada por sectores personales, partidistas, políticos y económicos, para perpetuar unos privilegios y unos negocios, unos “legales” y otros no tanto, en perjuicio de la mayoría trabajadora colombiana.
(2) https://www.eltiempo.com/cultura/gente/haiti-momento-en-que-turba-violenta-detuvo-a-colombianos-602078
(15) https://razonpublica.com/las-cuentas-los-falsos-positivos-la-tarea-pendiente-la-jep/