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En Cali hay un escándalo artificial y un montaje grotesco contra el Secretario de Educación Municipal, Rubén Darío Cárdenas, un prestigioso líder educativo del Valle del Cauca y de Colombia, pues ha sido exaltado como una figura renovadora de las ciencias pedagógicas del área rural.
Sus propuestas han sido presentadas en varios países y en otras regiones de Colombia, con gran aceptación entre los maestros y por Fecode.
El alcalde Jorge Iván Ospina lo designo para el cargo por sus grandes virtudes profesionales y científicas, y su reconocida honestidad.
Rubén Darío es un creador y un innovador en toda la línea.
Ahora esta en el ojo del huracán de la controversia política desatada desde el Concejo de Cali, por Roberto Ortiz, el conocido Chontico, quien accedió a ese cargo en virtud del Estatuto de la Oposición incluido en los acuerdos de paz con las Farc que dispone que el candidato perdedor en las votaciones para escoger Alcalde, gobernador o presidente de la republica entra automáticamente a ocupar el cargo de concejal, diputado o senador.
No obstante Ortiz ser afín al uribismo, acérrimo enemigo de los pactos de paz, asumió su cargo y en las primeras semanas del 2020 ha desplegado una importante acción de oposición contra el gobierno de Ospina quien ha mostrado empuje e iniciativa en la dirección de atender aspectos críticos de la ciudad.
En el caso que nos ocupa, se están haciendo una serie de señalamientos absurdos, insinuando corrupción, contra Cárdenas a propósito de la contratación del Programa de Alimentación Escolar de Cali PAE para atender mas de 160 mil niños.
Ciertamente se han presentado algunos inconvenientes en el trámite contractual de un gasto cercano a los 60 mil millones de pesos que, en muchas regiones de Colombia, según denuncias de las comunidades, de la Procuraduría y la Contraloría, ha sido objeto de las peores artimañas de las mafias que saquean al Estado. Perniles facturados a 60 mil pesos como en Cartagena, son casos aberrantes que ilustran el tamaño de la criminalidad que orbita en este negocio que afecta a los mas pobres y débiles de la sociedad.
El Chontico y la concejal Diana Rojas quieren enlodar a Rubén Darío con maniobras torticeras gestadas por funcionarios enquistados en la administración municipal muy seguramente asociados con las redes de contratistas que por varios años han saqueado el PAE de Cali que se financia con los recursos propios de la Alcaldía a diferencia de los otros del país que se sustentan con el Sistema General de Participaciones y con los dineros de las regalías.
Tacan burro estos politiqueros con Cárdenas.
Él no ha tocado un peso de la educación, pues siempre los ha manejado como recursos sagrados, como educador y directivo docente.
Hay que apoyar la gestión de Rubén Darío pues en sus manos la educación de Cali tiene futuro para el mejoramiento de la calidad, para hacer de la escuela un territorio de paz, para mejorar la salud de los educadores y para hacer de Cali una ciudad inteligente y con identidad.
Mucho mas dudosa la fortuna de don Roberto Ortiz, un reconocido explotador del trabajo de cientos de mujeres en el negocio del chance y un aliado del uribismo asesino de educadores; y mucho mas dudosa la cauda electoral de Diana Rojas, aupada por el clientelismo liberal que se nutre de la compra y venta de votos ciudadanos.