—Señora Anita, buenas tardes cuente como le ha ido.

—Bien mijo y usted?

—Muy bien, cogiéndole la comba al palo como se dice.

—¿Sí escuchó sobre las ultimas jugaditas de su expresidente Duque antes de irse del gobierno?

—No, ¿de cuáles? La verdad estuve descansando el fin de semana y no escuché, ni vi noticias.

­—Póngase fino, siéntese ahí paradito mijo, no se me vaya a caer.

—¡Qué buen sentido del humor tiene usted, señora Anita! Soy todo oídos.

—Oiga puessss, es que esos berracos que tenían el gobierno sí no pararon de robar. Como le parece que las casas para la reconstrucción de la Isla Providencia, que fue arrasada por el tal huracán Iota a finales del 2020, el gobierno pago por cada casita de 70 mts2 $600.000.000 millones de pesos, las cobraron como diez veces más caras. Salieron expertos a decir al respecto que una casa de esas por mucho costaría 170.000.000 millones. Imagínese el robo tan grande. ¿Y eso quienes lo pagamos?

—Todos los colombianos, ese despilfarro y esa corrupción lo pagamos todos con nuestros impuestos. Es que definitivamente se dan “garra” robando y desfalcando el Estado. ¿Y que más paso por ahí, señora Anita?

—Otro acto imperdonable del gobierno Duque, fue que dejó sin presupuesto al ICBF (Instituto de Bienestar Familiar), eso es otro crimen de marca mundial, dejan a los niños más vulnerables de Colombia sin atención social, sin protección, sin comida. No, no, no, eso no tienen nombre. Es que son unos malditos mamarrachos los que hacen eso. Gracias a Dios ya se acabó ese gobierno, pero robarse la plata para la atención a los niños más pobres del país si es corrupción a otro nivel. Yo creo que a esas personas tan corruptas que hicieron eso les espera es el juicio en el mismísimo infierno. Lo que yo si espero que este gobierno nuevo persiga a esos corruptos y los ponga a pagar cárcel. Si, que haya alguito de justicia tan siquiera.

—¡Qué cosa tan tremenda en este país!

—Otra perlita también dejó el señor Duque. En una de sus triquiñuelas de último momento, firmó premios para enviar a estudiar al exterior a sus amiguitos policías por valor de $36.000.000.000 de pesos que salen también de los impuestos de todos l@s colombian@s. Así que plata para la inversión social no hay, pero para premiar a su rosca sí la hay. Ay Dios, danos paciencia, pero también danos justicia aquí y ahora.

—Si señora Anita, no me diga más, el sr Duque llevó a la máxima expresión la frase popular “lo maluco de la rosca es no estar en ella”.  ¿Y se dijo algo a cerca de rebajar el suelo a los congresistas?

—De eso no escuché nada, pero lo que yo creo es que tienen que aplicar unas medidas de apretón de cinturón para todo lo que tiene que ver con gastos del Estado, si entre eso, rebajar los altísimos sueldos de todos los altos funcionarios estatales, desde los del Congreso, los magistrados, los de la Fuerza Pública, Generales… es una ofensa para el pueblo que esa gente gane sueldos de más de $35.000.000 millones de pesos al mes, más otros beneficios y el salario mínimo en $1.000.000 de pesos. Fíjese usted esa desigualdad tan terrible y vergonzosa. Dicho sea de paso, muchos de esos altos funcionarios que, si fuera que hicieran bien su trabajo, hasta justificaban el altísimo sueldo, pero como lo hemos vivido históricamente en este país, much@s van es a robar, a mirar como sacan provecho de esos altos cargos para beneficio propio o de terceros. Pero mijo la esperanza es lo último que se pierde, y en juego largo hay desquite dicen por ahí. Así que, con este cambio de gobierno, tenemos que estar todos encima para que cumplan los que están ahora, y que demuestren por que el pueblo los eligió y gobiernen para mejorar este bendito país. Yo no me quiero morir sin ver mejoras en todo Colombia.

—Si doña Anita, así es, yo me uno a su voz.

—Si mijo, si este gobierno la embarra, vamos a estar ahí para denunciar también.

—Señora. Anita, muchas gracias por ponerme al tanto de estas cosas, cuídese mucho, que usted es una persona muy valiosa para esta sociedad, me gusta mucho lo frentera y consciente que es su palabra. Que tenga un feliz día.

—Lo mismo don Andrés, saludos a sus hijos y a su familia.

Me dije para mis adentros “con estas palabras a vuelo de pájaro de mi vecina, a estar todos vigilantes para que este sea el momento en verdad de un país Potencia de la vida.”

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