Estimado Raúl Delgado, escribo la siguiente carta abierta con la mayor consideración y respeto.
Cada vez estoy más seguro de que a usted y a su equipo le asiste uno de los compromisos más importantes en el Gobierno del Cambio: reavivar la centralidad de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), rescatando la confianza, muy lesionada tras cuatro años de la fallida política de “paz con legalidad” impuesta por el gobierno Duque.
Será un compromiso donde se deberá rodear activamente de las organizaciones, la sociedad civil y un equipo humano sensible con el cambio y la transformación territorial. Ahora bien, desde esa perspectiva, y comprendiendo la importancia de impulsar la implementación integral de los PDET, le confieso que recibí con sorpresa y cierta decepción la ratificación del Wiston Iván Gómez en la coordinación regional para Antioquia de la Agencia de Renovación del Territorio (ART). Considero, y en esos mismos términos se lo exprese al coordinador Wiston, que esa ratificación, cuando más inesperada, no responde al anhelo de “cambio” por el que votaron millones de
colombianos, incluyendo los cientos de miles de antioqueños que habitan en los 24 municipios PDET del departamento.
Personalmente, llevó cerca de cinco años acompañando, desde la sociedad civil y la academia, el diseño y ejecución del PDET del Bajo Cauca, Norte y Nordeste, esfuerzo en el cual he coincidido en múltiples espacios públicos con el coordinador Wiston Iván Gómez. Durante el gobierno de Iván Duque, una auténtica fase de estancamiento en la implementación del Acuerdo de Paz, el coordinador Wiston fue un defensor a ultranza de la visión de la “paz con legalidad”, así lo expresó en varios escenarios, donde defendió la denominada “hoja de ruta única” y no asumió una mínima postura autocrítica sobre las falencias en la implementación del PDET. No comprendo como el ideal de “cambio” que, en el caso particular de los PDET, requiere de una renovada sensibilidad institucional que recupere su dimensión participativa y transformadora, se pueda adelantar con un coordinador insertado en la lógica de la “paz con legalidad” y que directamente participó de la destrucción de la esencia de los PDET a lo largo del gobierno Duque. Vuelvo a repetir, sin un dejo de crítica o una mínima postura autocrítica.
Y claro que entiendo que el gobierno no puede llegar a arrasar con los funcionarios que laboran en las agencias o instituciones creadas para facilitar la implementación del Acuerdo de Paz, ni más faltaba, pero si resulta pertinente y necesario que en la estrategia de “Avanzar Cumpliendo” se imprima una nueva sensibilidad institucional, cercana a las reivindicaciones históricas de la Reforma Rural Integral y del mismo espíritu del Acuerdo de paz, del cual decía Emilio Archila que “no existía”.