Por: Horacio Duque.
En la recta dura y prolongada para cerrar la campaña electoral en curso para escoger próximos alcaldes y gobernadores de Colombia, en Armenia destaca la candidatura de la ex Defensora del Pueblo del Quindío, Piedad Correal Rubiano, con su propuesta programática para dar un viraje radical a la actual situación institucional, fiscal, ambiental, urbana y social de la capital del departamento, que es de crisis y derrumbe ético y judicial.
Contra Piedad se ha desatado una campaña sucia de señalamientos infundados cuyo origen es inconfundible: la ultraderecha uribista y oscurantista, manipulada en la región por Bernardo Moreno Villegas, quien fuera condenado por las ilegales y criminales interceptaciones telefónicas a los magistrados de las Cortes (Constitucional y Suprema), por órdenes de Uribe Vélez y desde el alto cargo de la Secretaria General de la Presidencia de la Republica. Además este personaje es artífice de numerosos montajes judiciales contra importantes líderes de la oposición y la izquierda progresista. Después de estar varios años en la cárcel, donde purgo sus crímenes, ahora está en el Quindío haciendo de las suyas, infiltrando entidades públicas como el Sena y manipulando Notarias como la Tercera de Armenia convertida en una alcantarilla al servicio de los urbanizadores piratas y de las mafias.
Moreno Villegas, bajo la tutoría del caudillo parapolítico del Ubérrimo, citado por la Corte para los primeros días de Octubre por fraude procesal y manipulación de testigos, prepara el asalto de la Gobernación del Quindío y de las alcaldías municipales, empezando por la de Armenia, en contubernio con la Mano Negra y las bandas más oscuras herederas de la matonería chulavita que azoto la región cafetera en la violencia de los años 50 y 60 del siglo pasado.
Son esas fuerzas fascistas las que pretenden enlodar a la candidata Piedad Correal Barrios, utilizando los mismos métodos con los que se ha atacado a Cristina Kirchner en Argentina y a Lula en el Brasil. Son los procedimientos propios de los clanes de la ultraderecha populista que manipula a su antojo ciertos valores morales.
Pero se equivocan. Disparan mal.
Piedad va por el camino derecho y es completamente ajena a los recientes escándalos de corrupción presentados en el programa de valorización en Armenia.
Ella quiere corregir todos esos fracasos con estrategias y planes que recuperen la institucionalidad comunitaria, la ética responsable, el control ciudadano, la economía, el empleo, la paz, la seguridad, los recursos ambientales y el desarrollo urbano con sentido social.
Quedará aislada en Armenia y en el Quindío, la ultraderecha recalcitrante del uribismo con su retórica amañada y con sus falsas verdades emitidas desde las oscuras bodegas de la Mano negra cafetera.